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El citado subsecretario de Estado habló del referido tema tras participar ayer de la apertura del “Programa de formación de formadores”, un evento que tuvo lugar en el hotel Guaraní con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Al terminar el acto, Ramírez fue consultado sobre las decisiones tomadas por la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban) y la Asociación de Entidades Financieras del Paraguay (Adefi), gremios que anunciaron, entre otras cosas, que cancelarán la opción de compras en cuotas con intereses, las promociones sin intereses, el plan en cuotas, la reducción de líneas de crédito para los que disponen de hasta G. 5.000.000, así como la cancelación del adelanto de efectivo y el incremento del pago mínimo. Ramírez señaló que los bancos y financieras están actuando en función de la nueva regulación existente para ajustar sus ofertas de servicios, pero que aún resta conocer la respuesta del mercado ante estas modificaciones y su comportamiento.
A su criterio, no debería entenderse como una represalia de los entes financieros contra la Ley Nº 5476, que pone un tope a las tasas de interés desde este mes (14,87%, según la reglamentación emitida por el BCP), sino más bien como una primera evaluación del nuevo escenario.
“Al final, son ofertas de servicios que ponen a disposición de sus usuarios, que son quienes van a evaluar ahora cómo adquieren o demandan esos servicios”, expresó el viceministro al señalar que hay que esperar esto para determinar el efecto que tendría en la economía en su conjunto.
Ingresos por fin de año
Con respecto al impacto que podrían tener estas medidas bancarias en la recaudación impositiva, Ramírez sostuvo que está llegando un periodo de alto consumo (por las fiestas de fin de año), pero que este consumo estará generado por ingresos genuinos del trabajador, por lo que habría que revisar si la utilización de las tarjetas de crédito en esta etapa tienen un impulso o crecimiento importante.
“Yo creo que si existe algún impacto, va a ser totalmente relativo, mínimo, marginal; y no creo que afecte los niveles de gastos, porque al final la recaudación de los impuestos, en particular del IVA, está sujeta a las transacciones, a las compras de bienes y servicios”, argumentó Ramírez.
Finalmente, reiteró que habría que ver cuál es el comportamiento y, finalmente, cuál es el nuevo punto de equilibrio del mercado en todo este tema.
Incoop aún no define topes
El Instituto Nacional de Cooperativas (Incoop) aún no define el tope que regirá en el sector cooperativo a fin de dar cumplimiento al artículo 9 de la Ley 5476/15. Varias cooperativas manifestaron su preocupación sobre este hecho debido a que la ley ya está vigente y el referido órgano regulador aún no publica la base de cálculo del promedio de la tasa pasiva, que difiere del estamento bancario. No obstante, el sector cooperativo paga mejores rendimientos sobre los ahorros, con un promedio cercano al 9,5%, que al multiplicar por tres, arroja una tasa del 28,5%, que es el promedio habitual que se maneja en el sector por la financiación de tarjetas, por lo que estas entidades no tendrían inconvenientes para adaptarse.