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En su acusación las agentes del Ministerio Público señalan que las indemnizaciones realizadas con fondos de la EBY a personas físicas o jurídicas que habían sido supuestamente afectadas por la pérdida definitiva de su actividad económica o productiva, a pesar de que estos pagos, en esos conceptos, se encuentran prohibidos por la legislación y normativas internas de la entidad.
Sin embargo, entre octubre de 2012 y enero de 2013 el Comité Ejecutivo de la EBY, integrado por el entonces director argentino Óscar Thomas y el paraguayo Enrique Cáceres Rojas, basado en dictámenes del asesor jurídico Agustín Saguier, autorizó tres pagos en concepto de rehabilitación social: el primero, a la firma OK SRL, por G. 3.600 millones; el segundo, por el mismo monto de G. 3.600 millones, para otra afectada de nombre Carmen de la Cruz Benítez; y el tercero, a favor de Ana M. Cherañuk de Bottger, por G. 2.660 millones, totalizando un perjuicio de G. 9.350 millones.
Además de Cáceres Rojas y Saguier fueron acusados también Rubén Darío Paredes Escobar, Mariela A. Vázquez Perret, Walter René Rotela López, Mirna Tomasa Ortiz Goldner, Arsenio Ferreira Gutiérrez, Ana María Cherañuk, Carmen Benítez Ruiz Díaz. Asimismo, hubo pedido de sobreseimiento definitivo para Ricardo Fleitas y María E. Centurión de Fleitas y la suspensión condicional del procedimiento para Gerónimo Ortiz, quien va a estar sujeto a reglas de conducta que deberá cumplir por un plazo que será determinado por el juez de garantías de este caso, Paublino Escobar.
Consultado sobre el caso, el exdirector Enrique Cáceres afirmó que se trata de una denuncia y acusación sin sustento y adelantó que una vez aclarado el caso accionará como corresponde contra quienes lo denunciaron. Recordó que su gestión fue auditada y aprobada por la actual administración de la EBY y si hubo irregularidades, como sostiene la fiscalía, tanto sus predecesores como antecesores deberían ser acusados por lo mismo.
Intentan presionar
El abogado Agustín Saguier lamentó la decisión de la fiscalía y dijo que resulta evidente que “se le está blanqueando” al exdirector Óscar Thomas, quien fue parte del Comité Ejecutivo y ni siquiera fue llamado a declarar. Agregó que es una vendetta política. “Acá el tema es apretarnos para luego intentar negociar un voto. Yo no soy político, pero todo el mundo sabe que mi padre, el senador Saguier, es uno de los que siempre se mostraron abiertamente en contra de los proyectos de este gobierno. Por todos lados presionan y me insinúan qué hacer para salir de la causa. No es solo en mi caso, basta mirar qué pasó con los diputados liberales”, indicó.