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Por ejemplo, la Municipalidad de Filadelfia, que recaudó G. 1.250 millones en el 2015, tenía previsto ingresar este año un total de G. 3.810 millones, pero ahora sufrirán una reducción de por lo menos G. 1.835 millones (48,8%), según el intendente Holger Bergen, quien detalló también que hasta la primera quincena del presente mes de agosto ya habían recaudado G. 2.358 millones, de los que lastimosamente –según dijo– deben desprenderse de nuevo de G. 1.136 millones.
Este último monto debe quedar para ser acreditado a favor de los contribuyentes que ya pagaron, para cuando los mismos acudan a tributar el impuesto inmobiliario en el 2017.
Al mirar estas cifras, es fácil imaginarse el golpe que reciben las municipalidades del Chaco y sus comunidades más necesitadas de los servicios de la comuna, alegó Bergen.
Otro que aportó estadísticas es el jefe comunal de Benjamín Aceval, Óscar Duarte, quien indicó que ellos ya llegaron a recaudar hasta agosto unos G. 2.400 millones (en todo el 2015 cobraron solo G. 2.200 millones). A partir de la aplicación del nuevo decreto, creen que deben devolver más de G. 800 millones.
“Ahora debemos ver si el Ministerio de Hacienda y la Gobernación nos devuelven parte al menos del 15% que ya giramos a cada uno, porque si solo nos acreditan, el perjuicio será mayor”, alegó Duarte, lamentando junto a sus demás colegas la medida oficial.