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Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa), concesionaria del Estado, evalúa actualmente las ofertas de oferentes interesados en convertirse en su “socio” en la puesta en marcha del tren ligero.
Fepasa es una sociedad anónima en la que el 99% de las acciones pertenece al Estado y el 1% a la Essap (otra empresa con participación estatal mayoritaria).
Como no tiene la capacidad técnica ni financiera para poner en marcha el tren ligero, actualmente se encuentra precalificando a cinco empresas interesadas en la ejecución del proyecto.
Las candidatas son Benito Roggio; Incovi; el consorcio formado por KBR Group, Isolux Corsam y Alstom; Sacyr Concesiones y el grupo que incluye a Torrescámara, FGV, Vossloh España y Tecnoedil.
Roberto Salinas, presidente de Fepasa, explicó que el proceso de precalificación tomará dos o tres semanas más y que las firmas que resulten elegidas, demostrando capacidad para ejecutar el proyecto, serán evaluadas de nuevo en el marco de la licitación.
Aseguró que antes de fin de año Fepasa escogerá a su socio para el emprendimiento y que el objetivo es que su propuesta incluya el financiamiento total del proyecto con la puesta en marcha.
Se le consultó cuándo comenzarán, efectivamente, las obras, y respondió que esperan que las mismas comiencen en enero o, más tardar, marzo de 2016.
De acuerdo con el cronograma, el tren ligero debe estar funcionando a pleno en el tramo Asunción (desde la calle Gondra) hasta Luque a fines de 2017.
No obstante, persiste el problema de las ocupaciones a lo largo de la franja de dominio de la vía férrea, que fue reducida a un ancho de 17 metros –de 40 que tenía en principio–. Estiman que hay alrededor de 250 ocupantes del espacio del ferrocarril, aunque en principio se habló de 1.500 afectaciones.
En ese sentido, Salinas dijo que las expropiaciones, en un tramo, corresponden al MOPC, bajo el mecanismo establecido en la ley aprobada el año pasado para desocupar las franjas de dominio de proyectos viales, en cuyo texto se mencionó al ferrocarril.
Cruces
El tren ligero utilizará el trazado del antiguo ferrocarril y en los cruces semafóricos tendrá prioridad en el paso.
En un futuro se espera que con la construcción de pasos a desnivel el tren no represente una interferencia al tráfico de vehículos y buses. En principio los semáforos deberán sincronizarse con las señalizaciones del tren.