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La resolución argentina establece que la dimensión usual de 319 metros por 60 se deberá pasar a 236 metros por 50, lo que obliga a dejar tres barcazas “Jumbo” o cuatro “Mississippi” en un amarradero argentino, supuestamente por motivos de “seguridad” en la hidrovía.
Al respecto, el presidente de Capex, César Ros, advirtió que, con esta medida, de doce días podría extenderse a 30 el tiempo de tránsito de los convoyes, duplicándose de esta manera el viaje de las cargas fluviales con destino al puerto uruguayo de Nueva Palmira.
Solicitó a la Cancillería nacional la negociación correspondiente, porque la situación generada atenta contra la competitividad del comercio exterior paraguayo, con “sobrecostos extraordinarios”. “Una serie de amarres se deberán hacer sobre las aguas del río Paraná por la exigencia requerida, lo cual aumentará e intensificará el tráfico, y como consecuencia traerá más sobrecostos”, alertó.
Somupa
Recibimos ayer la visita, no tan grata, del secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somupa), Héctor Horacio García, quien se acercó a solicitar una réplica a una publicación nuestra del domingo último, que señala que el sindicato ha dado su apoyo a la medida argentina contra el transporte fluvial paraguayo, en una conferencia de la Federación Internacional del Transporte, realizada en Brasil.
El dirigente (de nacionalidad argentina) afirmó que las publicaciones de ABC Color, con relación al sindicato, nunca se ajustaron a la verdad, y cuando se le preguntó si apoya o no la nueva traba argentina, comenzó a gritar de forma descontrolada, hasta que fue invitado a retirarse de la sala.