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“El fracaso de la industria del ka’a he’ê (Stevia rebaudiana bertoni) en el Paraguay se debe a la no incorporación de tecnología adecuada, a la calidad de la materia prima y la falta de compromiso de las autoridades”, expresó Juan Carlos Fischer, de la firma Steviaparaguaya SA y titular del gremio internacional FAS.
Pidió que el Gobierno no ponga “el palo en la rueda”, y que las instituciones comprometidas dejen de poner trabas y colaboren positivamente; a su vez, que los gremios empresariales y de productores se actualicen con el cultivo de variedades apropiadas, con buen rendimiento industrial y que beneficien también al productor.
El empresario destacó que Paraguay ha sido el principal protagonista, juntamente con el Brasil, Corea, China y Japón en el aporte de las investigaciones requeridas por el JECFA (Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios) para que el edulcorante de ka’a he’ê sea dictaminado como alimento y aditivo alimentario inocuo.
Añadió que dicha gestión se ha realizado desde el 2002 hasta el 2009, en colaboración con distintas instituciones oficiales del país, como interlocutores válidos ante las organizaciones de la FAO, OMS y el CODEX.
Dichos trámites permitieron demostrar que con una pureza del 90% se obtenía un producto seguro; sin embargo, otro grupo de empresas multinacionales incidieron en los estudios y finalmente en diciembre del 2009 la exigencia fue elevada a 95%, dejando fuera de competencia varias fábricas en el mundo que no podían cumplir este requisito y entre ellas las empresas de Paraguay Imperio Guaraní, NL Stevia
En relación al mercado mundial estimó que actualmente la facturación de los extractos de ka’a he’ê a nivel global es de aproximadamente US$ 500 millones, y para el 2020 se elevaría a US$ 1.200 millones. Destacó que China tiene la mayor participación.
Dijo que a mediados de este año, en Perú será inaugurada la mayor planta industrial de stevia en Occidente. Mientras que en México fue instalada recientemente una; y en Bolivia se construye otra cristalizadora. En Brasil operan dos, en Chile dos, en Colombia una y EE.UU. varias.