Experto asegura que la calidad del gasoil es mérito del sector privado

El ingeniero químico Miguel Velázquez, de dilatada trayectoria en el rubro del petróleo, consultor nacional e internacional, en una entrevista con nuestro diario explicó todo el proceso que se vino registrando en las últimas décadas para tener hoy en el mercado un gasoil de alta calidad, al precio de común. De acuerdo a sus explicaciones se concluye que la calidad alcanzada no es mérito del Gobierno, como aseguran las autoridades, sino un esfuerzo privado.

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–¿Cuál es su opinión sobre la calidad actual de los combustibles y de las normas regulatorias en nuestro país?

–La calidad actual de los combustibles son de avanzada, y adecuada a las nuevas exigencias tecnológicas y ambientales. En cuanto a las normas legales que regulan la calidad, estas fueron homologadas invariablemente después de los hechos económicos. Es decir, la comercialización de los productos antecedió casi siempre a las regulaciones. La normativa vigente está equiparada con la calidad actual.

–¿Las especificaciones de avanzada que usted menciona son de reciente adopción en el país?

–En realidad datan de varios años atrás, de casi dos décadas, ya que difícilmente se puede originar de un día para otro. Consistió en un proceso gradual y complejo. El cambio de normas de calidad, casi siempre, fue dado a iniciativas del sector privado, que impulsó la introducción y comercialización de los combustibles de mayor calidad y esto permitió la adopción de normas acorde a las mismas.

–¿Qué ejemplos puede mencionar al respecto?

–Hasta el año 1994 se comercializaba en nuestro país solamente naftas con plomo. El sector privado introdujo al mercado las novedosas naftas sin plomo exigidas por el sector automotor, que empezó a importar al mercado vehículos con catalizadores. Se solicitó al Ministerio de Industria y Comercio (MIC) la legalización del hecho económico. Esto demoró más de la cuenta, ya que costó convencer a las autoridades de la necesidad del nuevo producto. Petropar, por su lado, recién en junio de 1997 (tres años después de las primeras importaciones privadas) empezó a ofertar este tipo de combustible.

–¿Por qué cree que Petropar tardó tanto en ofrecer las naftas sin plomo?

–El hecho llamativo del Decreto Nº 5495/94 fue que liberó la importación de naftas sin plomo y su Resolución reglamentaria Nº 123/94 solo incluyó la importación de naftas sin plomo RON 95 y superior, no así la RON 85 (común). Esta gasolina siguió siendo con plomo, la de mayor venta, y el principal suministrador de la época era Petropar. Tal vez eso explique por qué tardó la estatal en introducir las naftas sin plomo.

–¿El Gobierno hace alarde de que gracias a sus gestiones hoy día se tienen los mejores combustibles de la región? ¿Qué opinión le merece?

–Me toca de cerca opinar al respecto, ya que fui nombrado consultor “ad hoc” y “ad honorem” por el MIC, en 2006, para colaborar en la modificación y actualización de la Res. Nº 435/2001 “Por la cual se establecen los niveles mínimos de calidad de los combustibles”. Dicha resolución fue la última generación de normas de calidad estructuradas de manera elemental, tanto de forma como de fondo.

–¿Qué cambios se logró de allí en adelante?

–Se derogó la citada Resolución con el Decreto Nº 10397/2007, que fue organizado de manera a diferenciar la calidad de productos de importación y la de comercialización interna. El decreto incorporó parámetros antes no considerados y de relevancia sustancial para protección de la salud pública, ambiental y del parque automotor. Fue sistematizado de manera a que exista la posibilidad de mejoras continuas de manera progresiva, acompañando los cambios que se venían produciendo a nivel mundial, y lo más importante, que involucraría a los distintos actores para las modificaciones futuras. Esto último ha quedado en el documento como “letra muerta”, incluso siguen mencionadas en las normas recientemente sancionadas, pues las modificaciones más recientes se realizaron totalmente por la autoridad de aplicación, sin participación de los diferentes actores.

–¿Con relación a la calidad del gasoil y el contenido de azufre cómo se fue dando?

–Como expliqué antes, el sector privado fue el principal impulsor de la introducción de gasoil de bajo azufre al mercado nacional.

Por otro lado, se fueron dando cambios en las especificaciones a través de decretos y resoluciones. Cito por ejemplo a la Res. Nº 900/2011, que incluyó como novedad al gasoil con contendido máximo de azufre de hasta 500 ppm, en tanto que la precitada Res. Nº 435/2001 permitía hasta 5.000 ppm. Otro cambio relevante ocurrió a través de la Res. Nº 1336/2013, que incluyó al gasoil con contendido máximo de azufre hasta de 50 ppm.

–¿Es decir que fue dándose naturalmente?

–Reitero, la reducción del contenido de azufre se fue dando por iniciativa privada, que empezó a introducir al mercado dichos productos por fuerzas del mercado mismo y de las regulaciones que vinieron posteriormente. Lo que ocurrió y sigue aconteciendo es que a nivel mundial sobrevienen cambios motivados por presiones ambientalistas y salud pública, que luego convergen en regulaciones legales que obligan a los fabricantes de automóviles a fabricar vehículos más amigables con el ambiente y la salud pública, y esto requiere, en consecuencia, de combustibles de mayor calidad.

–¿Y cómo afecta esto al Paraguay?

–Positivamente, ya que mejora la calidad de los carburantes y, por ende, mejora el aire respirable, lo que no significa que sea totalmente inocua. Lo importante es remarcar que no es un logro de nadie en particular, sino del esfuerzo e interés de algunos actores del sector en impulsar estos combustibles dentro del mercado. En el tema de los carburantes somos producto y consecuencia de lo que ocurre a nivel mundial, ya que dependemos de los derivados del petróleo importados en su totalidad y adquirimos lo que se ofrece y está disponible.

Una paradoja es que hoy cuesta más conseguir un gasoil con mayor contenido de azufre (de menor calidad), pues la oferta del diesel con bajo contenido de azufre (de mejor calidad) es la más fácilmente asequible.

–¿Está de moda la promoción de combustibles aditivados? ¿Qué dice al respecto?

–Los aditivos proporcionan o mejoran propiedades que los combustibles bases no poseen y, por ende, mejoran el andar del vehículo, incrementa la vida útil y al mismo tiempo disminuyen las emisiones nocivas para beneficio de la salud pública y el ambiente. Hace un tiempo que las marcas más importantes en el país incorporan aditivos a sus combustibles. Esto representa un costo adicional que no siempre se agrega al precio final.

–¿Los combustibles de la estatal incorporaron también aditivos?

–Si se refiere a Petropar debo mencionar que hasta la fecha no agregan aditivos a sus combustibles, es decir comercializan el combustible básico. Debo aclarar que la norma legal que regula la calidad de los combustibles se refiere al combustible básico, el agregado de aditivos al combustible base es voluntario, y es un beneficio adicional para el público usuario o no.

Calidad se logró en proceso

La reducción en el contenido de azufre en el gasoil se fue dando por iniciativas privadas, manifestó el experto Ing. Quím. Miguel Velázquez. Insistió en que fue el sector privado de los combustibles el que empezó a introducir al mercado carburantes menos contaminantes, producto de la fuerza del mercado y las regulaciones vinieron luego. Lo que ocurrió y sigue pasando es que a nivel mundial sobrevienen cambios motivados por ambientalistas y salud pública, que luego convergen en regulaciones legales que obligan a fabricantes de vehículos a fabricar unidades más amigables con el ambiente y la salud, y esto requiere, en consecuencia, combustibles de mayor calidad.

nsanchez@abc.com.py

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