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La proyección del gasto tributario para el año 2018, de G. 2,6 billones, observa una leve disminución, específicamente del 0,15% del PIB con relación a la estimación realizada para el PGN 2017, dice el estudio.
Esta reducción se debe, entre otras cosas, a cambios normativos como la introducción del IVA a las cooperativas y la generalización del Régimen Automotor Nacional para la enajenación de motocicletas. Cabe resaltar que estos cambios normativos ya no constituyen un gasto tributario, según detallaron los técnicos durante la presentación del informe.
Por otra parte, del total del gasto tributario, el 62% corresponde a las exoneraciones de IVA, ya sea por las reducciones y regímenes especiales para industrias, exportaciones y otras. En términos monetarios significan G. 1,63 billones, el 13% de la recaudación estimada para dicho impuesto en el 2018.
Además, la exoneración en el rubro de Impuesto a la Renta Personal (IRP) se estimó en G. 188.891 millones, mientras que las exoneraciones en Impuesto Comercial, Industrial y de Servicios (Iracis) rondarían los G. 537.282 millones.
Si bien estos beneficios son establecidos con el fin de alcanzar ciertos objetivos de política económica o social, no puede dejarse de lado que en ciertos casos estos pueden producir desviaciones con relación a los principios generales de equidad y generalidad que deben primar en todo sistema tributario, ya que los beneficios, al ser concedidos a sectores específicos, implican privilegios para determinados subgrupos de contribuyentes, detallaron los técnicos del Viceministerio de Economía en el referido informe presentado ayer.
Deuda puesta a prueba
El reporte también detalla unos ejercicios que ponen a prueba el endeudamiento en relación al PIB sobre variables económicas que podrían suponer riesgos. Según lo detallado por el viceministro Humberto Colmán, las pruebas arrojaron que el endeudamiento no se verá mayormente afectado por la suba de tasas referenciales internacionales o de la cotización del dólar. En el peor de los escenarios y con una economía de bajo crecimiento, la deuda llegaría al 38,1% para 2024, según estimación realizada por los técnicos.