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Criticada por dicho dictamen, la ambientalista afirmó estar en condiciones de probar que el ministro de Seam, Heriberto Osnaghi, le consultó solamente sobre la posibilidad de eximir de la evaluación de impacto ambiental a una simple obra de canalización en el sector militar del aeropuerto y que ella, por lo que hubiere lugar, justamente así lo subrayó en su dictamen, dejando constancia además de que debía aplicarse de todos modos un plan “con las mejores prácticas ambientales”.
Asegura haberle dicho al titular de la Seam que “si hace un plan de mitigación ambiental y usted dicta una resolución diciendo cómo tiene que ser, con todo lo que se debe hacer, entonces si se puede permitir” la canalización.
Tampoco había sido bien vista su actitud de emitir un dictamen sin exigir los planos u otros datos del proyecto, a lo que respondió: “Yo no tenía la necesidad de ver nada, porque no estoy en la parte administrativa. Querían una opinión para este caso puntual y yo le di. Jamás me imaginé lo que pasó después. Tampoco quiero ser imprudente de decirle si él (Osnaghi) sabía o no (de las intenciones reales de la Dinac), no le puedo responder eso, porque no sé”.
Y así como se procedió al final, haciendo las excavaciones, “yo creo que la obra debió haber sido sometida al proceso de evaluación de impacto ambiental”, resaltó.