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Los principales ejecutivos del grupo europeo R&M Infraestructure Projetcs Holding Switzerland AG, en este caso Günther F. Kuhn y Andreas Mattig, llegarán mañana al país, por enésima vez, para intentar dialogar con autoridades del país, incluido el presidente Horacio Cartes, sobre los obstáculos que desde hace tres años impiden implementar el proyecto de reconstrucción del ferrocarril en el tramo Asunción-Encarnación.
Así informó ayer el titular de la Cooperativa Ferroviaria Pdte. Carlos A. López, Abog. Luis Carlos Jara, quien al mismo tiempo facilitó la copia de una nota enviada al nuevo presidente de Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa), Ing. Roberto Salinas, en el que se pide una reunión con él y se anuncia que los citados europeos estarán en el país entre el 4 y el 7 del presente mes.
En ese sentido, la Cooperativa le recuerda en la misiva a Salinas que dicha entidad tiene un “contrato de mandato” firmado con Fepasa el 27 de setiembre de 2010, de plena vigencia a la fecha, y por la que se ha acordado impulsar el proyecto de rehabilitación del sistema de trenes en el país, habiendo quedado autorizada la Cooperativa a buscar la financiación y el apoyo técnico para ello.
Respaldado por el citado contrato, la Cooperativa firmó posteriormente, en este caso, el 20 de enero de 2011, un convenio de financiamiento y asistencia técnica con el holding R&M Infraestructure Projetcs Holding Switzerland AG, que se encargó en los meses posteriores de elaborar el estudio de factibilidad y el proyecto ejecutivo correspondientes, los cuales fueron presentados enteramente a los gobiernos anteriores.
A pesar de todo eso, las autoridades se han negado luego a dar la autorización pertinente para iniciar los trabajos. Al respecto, Jara aclaró que los europeos han presentado, incluso, las garantías bancarias exigidas y crearon una sociedad anónima a nivel local para reforzar la seriedad de su propuesta, pero al final las exigencias de los gobiernos de Fernando Lugo y Federico Franco fueron meras excusas para retrasar todo el plan, en el que se invertirían unos US$ 800 millones sin aval del Estado. Añadió que esperan, que esta vez, con Cartes, pueda ser distinto.