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En su opinión, necesariamente debe buscarse un equilibrio entre aspectos tales como: la tarifa, el tratamiento de la deuda de la entidad binacional, los estados de montos a recibir y pagar por la entidad binacional, el valor de las compensaciones por cesión de energía, las obras a realizar en el futuro, las condiciones técnicas y operativas de las unidades generadoras.
“El punto de partida debe ser, sin duda, la letra del Tratado binacional y sus anexos, en particular el Anexo C. Las negociaciones posteriores y lo actuado de hecho deben ser analizados y contextualizados en el marco de las relaciones bilaterales y del derecho interno”, afirmó Oxilia. Con respecto al tratamiento de la deuda de la binacional, posiblemente sea uno de los aspectos de mayor dificultad. “Este tema de la deuda de la entidad –así como los otros aspectos– debe ser estudiado de manera rigurosa. El grupo negociador debe prepararse y apoyarse en la experiencia y resultados de la negociación histórica, pero contextualizada, y en elementos que provean diversos sectores, tales como: la comunidad científica y profesional, los trabajadores, la sociedad civil, el empresariado, etc.”.
Añadió que las posiciones deben ser fundamentadas y analizadas a la luz de los objetivos que se tracen para las negociaciones.
En este sentido, el profesional comentó que está trabajando en un grupo de investigadores de alto nivel de formación científica en la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción, en el Grupo de Investigación en Sistemas Energéticos, en el cual pretenden realizar diversos estudios relacionados con las entidades binacionales; a partir de las lecciones aprendidas de las negociaciones históricas; el análisis del tratamiento de la deuda, el análisis del aprovechamiento de los excedentes de energía para el desarrollo industrial y social, entre otros. “El grupo de investigadores posee excelente experiencia y dominio de tecnologías de estudio para apoyar, con elementos científicos, la toma de decisiones”, destacó.
Insistió en que el aporte de los grupos de investigación es importante; colabora en la fundamentación de posiciones y puede llegar a facilitar la convergencia de posiciones, al menos en algunos puntos. “Es importante que se parta de consensos internos. Se trata de una negociación que debe defender los intereses nacionales. Eso no es fácil; no es una tarea trivial”, enfatizó.
Con referencia a los proyectos de nuevas centrales, el doctor Oxilia destacó el rol de Paraguay en la integración energética regional y advirtió que estos podrán ser necesarios para nuestro país en un plazo menor a 15 o tal vez 13 años, considerando las actuales proyecciones de demanda del sistema eléctrico nacional, por lo que sugiere elaborar un plan de desarrollo. “No hay dudas de la relevancia para nuestra futura seguridad energética que representan los proyectos en el tramo internacional Argentina– Paraguay del río Paraná (ampliación de Yacyretá, Aña Cua, Corpus, Itatí-Itá Corá). Por tanto, considero muy conveniente llevar a cabo un trabajo de compilación, organización y estudio de todo lo producido”, destacó.
Una tarea pendiente
En lo que respecta a los acuerdos para la operación técnica de las centrales binacionales y de entrega de la energía a los socios, el Dr. Oxilia sostiene que las relaciones son excelentes; pero considera que aún queda una tarea pendiente que el sector eléctrico paraguayo debe asumir con mucho compromiso: mejorar y reforzar la red de distribución eléctrica. Por otro lado, indicó que el rol del Paraguay es central en la integración regional y en el desarrollo energético, pero advierte que si no se realizan nuevas obras de generación, considerando el crecimiento interno, se irá perdiendo rápidamente este carácter exportador.