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El informe habla de las menores estimaciones en la producción en Argentina y Brasil debido a factores climáticos, así como también por la proyección en la producción 2016/17 de los Estados Unidos, que se reduciría a menor área a sembrarse y cosecharse.
Para el gerente general de Bancop, Dimas Ayala, esto produjo una importante suba en los precios de la soja en el mercado de Chicago, cotizándose actualmente en US$ 395 la tonelada, que sería el precio más alto en los últimos 18 meses. En consecuencia, el precio pagado al productor alcanzaría aproximadamente US$ 330/338 la tonelada, considerando que se deduce el premio correspondiente (gastos de logística, fletes, despachos, disponibilidad de buques, etc). El precio que se venía abonando al productor se encontraba alrededor de los US$ 280 la tonelada. Si bien gran parte de la producción ya ha sido negociada a los precios anteriores, aún queda un remanente que podría ser vendido a los precios actuales. Asimismo, el precio del trigo pagado al productor está alrededor de US$ 160 la tonelada, frente a los 130 pagados en noviembre/diciembre. Esto en gran parte es debido a los problemas de cosecha que tuvo Brasil, que en consecuencia le ha hecho demandar en gran cantidad el trigo de Paraguay, que actualmente tiene una mejor calidad que el trigo de Argentina.
Según Ayala, estas son noticias muy buenas que servirán de aliciente y motivación a los productores que podrían tener mejores ingresos atendiendo que los mismos fueron muy afectados por la considerable baja que han sufrido los commodities en los últimos años. Si bien los precios están lejos de alcanzar las buenas cotizaciones de tiempos recientes, estos eventuales mejores ingresos ayudarán a cumplir con parte de los compromisos con los diversos acreedores. Y para los agricultores con menores niveles de endeudamiento podrían servir para tener los incentivos para realizar inversiones con miras a mejorar rendimientos y ampliar la producción. Es importante señalar que para la próxima cosecha sojera los costos de producción tendrían una disminución de alrededor del 15%, considerando que los precios de gran parte de los componentes, como fertilizantes, semillas, gasoil, etc., han tenido reducciones.