Cargando...
Técnicos de la Itaipú, vinculados con la construcción de la línea de 500 kV, entregaron al equipo de transición de Horacio Cartes un informe pormenorizado de todas las irregularidades que detectaron en la ejecución de la megaobra.
Refieren –por ejemplo– que algunas piezas de metal usadas en el montaje de las torres presentan manchas corrosivas, que nunca fueron cambiadas por la firma brasileña Sae Tower.
Añaden que se incumplieron las especificaciones técnicas del montaje de las estructuras, entre ellos, el izado con grúa de las torres, sin respetar el procedimiento aprobado. Mencionan la falta de bulones en las estructuras y piezas deformadas por golpes; la pintura del Stub con tinta aislante, que violan especificaciones técnicas; agujeros rellenados con soldadura y perforaciones de piezas metálicas desfasadas, razón por la cual la contratista perforó las partes afectadas fuera de toda norma técnica.
Añaden que algunas patas de las torres fueron cimentadas con molde de campana, con la excusa de imposibilidad de continuar la excavación debido al endurecimiento del suelo.
Los técnicos –según el informe– realizaron sondeos y detectaron inconsistencias de medidas de profundidad y de forma. Aconsejan estudios de ultrasonido para medir la integridad y profundidad de las fundaciones. Señalan además la insuficiencia de recursos humanos para la fiscalización. “Prueba de ello es que Itaipú contrató 17 fiscalizadores, en su mayoría jubilados de ANDE y de Itaipú”, agrega el informe.
En el documento de 20 páginas, los técnicos citan 18 fallas en la obra, con pruebas fotográficas. Los ingenieros Enrique Gavilán y Juan Palmieri, de ANDE, fueron los primeros en denunciar anomalías.
Luego lo hizo el supervisor de Itaipú Segundo Núñez, quien renunció al cargo en marzo pasado. No tuvimos la versión del consorcio CIE-Elecnor, responsable de la obra. El Ing. Francisco Rivas se excusó diciendo que el único autorizado para hablar es Carlos Rodiño, a quien no logramos ubicar en la oficina.