Cargando...
El titular de la Asociación de Ingenieros del Sector Eléctrico Paraguayo incluye en su bagaje una dilatada experiencia en Itaipú y en Yacyretá.
Debe apuntarse, empero, que hasta un lego en la materia preguntaría por qué sigue creciendo el tamaño de la deuda de la EBY, porque según las publicaciones periodísticas, su producción cubre hasta el 22% de la demanda de energía del mercado argentino e incluso 40% del subsector eléctrico.
¿Acaso la EBY regala su electricidad? preguntaba un oyente de un reciente foro radial sobre la realidad del sector energético nacional.
Valdés aporta un hecho que muy pocos especialistas tienen en cuenta: “...las cuentas de la EBY se manejan por un decreto del Poder Ejecutivo de Argentina, el N° 612 de 1986”.
Este decreto, explica el Ing. Valdés, considera a la entidad binacional como una dependencia más de la estructura administrativa del sector público del vecino país “y como tal está incluida en su presupuesto general”.
El especialista compatriota añade que el decreto de referencia “establece como fuente de financiamiento de Yacyretá al ‘Tesoro Nacional’ y crea ‘una cuenta corriente cuyos fondos son consignados en las leyes del Presupuesto General de la Nación de cada período.
El titular de la AISEP agrega que el decreto establece también que “el Ministerio de Economía, a través de las Secretaría de Hacienda, arbitrará las normas complementarias requeridas para la aplicación del presente”.
Valdés enfatiza, al llegar a este punto, que la EBY quedó al margen del proceso.
La primera conclusión no demora en llegar: “Es así que la sumatoria de todos los montos anuales consignados en el presupuesto general de la nación argentina, bajo el rubro Yacyretá, se constituyen en el capital de la deuda el ente binacional”.
El técnico a continuación subraya un visible atropello de la soberanía nacional: “El decreto N° 612/86 RA no tiene ningún valor legal sobre la EBY, porque no está perfeccionado con el contrato correspondiente, que debió firmarse previa autorización de su Consejo de Administración”.
“El tango se baila de a dos”, dice un dicho porteño. Valdés sostiene que “empleados infieles de Yacyretá”, cohonestaron esta ilegalidad. Otros especialistas consultados imputan la irregularidad a los gobiernos de turno de nuestro país, incluso al presente.
Agrega el Ing. Valdés que los US$ 14.554 millones que figuran como deuda de la EBY en su balance de 2010, el 63% se gestó a la sombra de este decreto, por ende carece “del reconocimiento formal de la EBY”.
Sobre el producto de la venta de Yacyretá, señala que “es remesado en su totalidad al Tesoro Nacional argentino, tal como lo establece el decreto 612/86, que usa esos recursos frescos según sus prioridades”.
Valdés no pierde de vista “la total ausencia de una protesta formal ante Argentina”, de la Cancillería Nacional ante esta situación, así como la complicidad de los funcionarios paraguayos de la EBY.
La historia se repite
El Ing. Ángel María Recalde, director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), declaraba a la prensa en Encarnación, en la primera quincena de noviembre, luego de la abortada reunión entre los presidentes de nuestro país y Argentina, Horacio Cartes y Mauricio Macri, que la deuda de la binacional se incrementaba a razón de US$ 1.000 millones por año, tal como sostuvo en 2007, cuando negociaba un intento acuerdo entre los dos países sobre la controvertida deuda.
El documento, remitido por el gobierno de Nicanor Duarte Frutos (ANR) al senado debió retirarse con cierta urgencia ante la inminencia de un categórico rechazo parlamentario.