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En lo concerniente a Yacyretá, el aprovechamiento local de su energía sigue deslizándose por un injustificable tobogán.
Si cotejamos la cantidad que retiró la ANDE en enero de este año con la que trajo en julio último, concluríamos, con asombro sin dudas, que la caída fue del 86,9%.
En enero, la empresa estatal paraguaya trajo 104.359 MWh (1 MWh = 1000 KWh), según fuentes argentinas de la EBY), a 13.695 MWh en julio último, de acuerdo con informes del Viceministerio de Minas y Energía de nuestro país.
Voceros de la recientemente desplazada administración de la ANDE –parcialmente– el aprovechamiento casi nulo de esta hidroeléctrica, tan costosa para el país, no debe olvidarse que el único factor insustituible en una central de esta naturaleza inunda un territorio que oscila entre 80% (datos oficiales) y 90% (fuentes independientes del sector Energía) debe atribuirse a una sola causa: el precio.
No obstante, en un trabajo que publicó recientemente en ABC Color el Ing. Juan José Encina, expresidente de la Unión de Ingenieros de la ANDE (UIA), las tarifas equivalentes de las fuentes de generación que utilizó la estatal en 2017, son las siguientes: Itaipú, US$ 28,59/MWh; Yacyretá, US$ 22,73/MWh y Acaray, US$ 12,48/MWh.
En un intento por explorar las causas reales de esa decisión, apuntemos que la ANDE dejó de exportar energía de Acaray a la Argentina en los últimos siete meses, hecho que se traduce para la estatal en una pérdida anual de US$ 80 millones.
La caída a cero de las exportaciones de la ANDE la mercado del país vecino, llamativamente coincide con el incremento de la energía que retira la empresa argentina Ebisa de Yacyretá. “Les resulta mucho más barata que la de Acaray, por no decir regalada”, apuntaban en fuentes del sector Energía.
En cuanto a Itaipú, según fuentes de la binacional, en 2017 produjo 96.387,4 MWh, y que este total 13.454 MWh retiró la ANDE y la aún abrumadora diferencia el mercado eléctrico brasileño.
De la mitad que nos corresponde, en el ejercicio precedente usamos el 28%.