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La tarifa actual vigente, que fue calculada en su momento por los asesores del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y ciertos funcionarios de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), estaba sobrevaluada, afirmó el Ing. Ernesto Samaniego, exgerente de Planificación de la empresa estatal.
“Lo que en realidad se necesita es un rebalanceo de las tarifas a fin de corregir las asimetrías existentes. En algunos casos probablemente se está comercializando por debajo del costo”, afirmó Samaniego.
Añadió que no solo hay que tomar lo correspondiente al sector residencial y que a mayor consumo sea mayor el incremento. “Eso es demasiado simplista. Para el diseño del pliego tarifario hay que tener en cuenta el modo de uso (consumo o insumo), factor de carga (demanda y energía) y uso horario, y así también se debe analizar la aplicación de una nueva metodología de cálculo de la penalización por bajo factor de potencia o en su defecto, una penalización por inyección de corrientes armónicas, de lo contrario, seguirían los problemas de facturación y sobrefacturación con los medidores electrónicos de energía”, sentenció.
Por su parte, el Ing. Ramón Montanía exigió que antes de aumentar la tarifa de electricidad, el Gobierno debería ocuparse en “sanear” la institución. “El presidente Horacio Cartes no debe cargar a la ciudadanía con el aumento de la tarifa de electricidad, como pretenden los administradores de la ANDE. Antes de tomar una medida desacertada e impopular, que perjudicará a todo el país, debería exigir a los directivos de la ANDE drásticas medidas para solucionar los graves inconvenientes que aquejan a la empresa eléctrica”, señaló.
Afirmó que la firma arrastra pérdidas de energía de más del 35% sumadas a la morosidad del propio Estado que ronda los US$ 100 millones, además de licitaciones amañadas generalmente sobrefacturadas, robos en las agencias regionales y otros hechos lamentables, indicó.