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A diciembre pasado, estaban habilitadas 1.787.494 cuentas para transferencia de dinero a través de la plataforma de las dos principales empresas que dominan el mercado de dinero móvil (Tigo y Personal), que realizaron transacciones por alrededor de G. 3,311 billones, cerca de US$ 570 millones al cambio actual, según datos preliminares de la Superintendencia de Bancos (SIB).
Estos datos son comparables a la utilidad del sistema financiero en el último año, de US$ 461 millones aproximadamente, y representan casi el 10% de nuestras reservas internacionales (US$ 6.000 millones).
El pago móvil es un instrumento que empezó a entrar tímidamente en el mercado a partir del 2011, y tuvo gran aceptación en los siguientes periodos, sobre todo en localidades donde no se cuenta con agencias de entidades financieras.
Luego de tres años de uso en el mercado, el Banco Central dispuso la regulación (en el 2014) de este sector a través de la creación de una nueva figura, EMPE, esto debido a las grandes cantidades de dinero que mueven al día, cerca de G. 9.000 millones, y por los altos riesgos de proliferación de la financiación de actividades delictivas.
Según los datos, solo en diciembre la firma Movile Cash Paraguay (Tigo Money) procesó operaciones por G. 240.000 millones, mientras que por Personal Envío se transfirió alrededor de 36.000 millones de guaraníes.
Tipo de operaciones
Los envíos y recepción de remesas lideran la preferencia de los usuarios en el uso de dicho instrumento. No obstante, también se observa dinamismo en el uso de las billeteras electrónicas, como también en el pago de facturas y servicios, y para los pagos en los locales comerciales.
Hasta el momento, la banca matriz recibió cuatro pedidos de licencias para EMPE, Pagos Personal y Tigo Money (ya operan en el mercado), además de dos redes de cobranza: Netel SA y Documenta SA.
La EMPE permite a aquellos usuarios que no estén bancarizados tener un primer contacto con una entidad financiera a partir de que sus operaciones alcancen los G. 2.800.000 en el lapso de un mes. Es decir, a partir de que el usuario alcance este límite, deberá habilitar una cuenta básica de ahorro en alguna entidad financiera de su preferencia y desde su propio aparato telefónico.
La regulación y creación de la nueva figura EMPE creó diferencias entre los bancos, las telefónicas y el BCP. Por un lado, los bancos pretendían que todas las transacciones pasen a través del sistema financiero desde un monto mínimo; mientras que las telefónicas interpretaron que la regulación podría frenar la expansión del negocio que beneficia principalmente a las familias de más escasos recursos.
Lidera uso en la región
Paraguay es líder regional en el desarrollo de servicios financieros móviles, de acuerdo con un reciente reporte de inclusión financiera “Microscopio 2015” publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El reporte del organismo internacional indica que aproximadamente el 20% de la población realiza actualmente transacciones de pagos y existen más suscriptores a productos de dinero electrónico que cuentas bancarias en el país.