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“Solo una de cada cuatro empresas en Latinoamérica ofrece pasantías u oportunidades laborales a jóvenes de bajos recursos y sin experiencia previa, lo que provoca que muchos opten por los empleos informales, según un estudio divulgado hoy por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)”, señala un artículo de la agencia EFE publicado recientemente.
La nota destaca la importancia de la formación de los jóvenes obreros para su superación y menciona que Unicef instó a las empresas de todos los sectores a “hacer un mayor esfuerzo para potenciar sus programas de pasantías y otras modalidades para que los jóvenes puedan ingresar a la vida laboral”.
Según Unicef, “con esta acción, (los jóvenes) no tendrían la necesidad de recurrir al sector informal, que está mucho menos protegido y supone un mayor riesgo de abuso, explotación y violencia”. Y lanzó la pregunta: “¿qué están haciendo las empresas por la infancia? ”
El estudio, elaborado en conjunto con la consultora Deloitte, se centró en la información suministrada en 2017 por 267 empresas públicas y privadas de distintos sectores económicos de Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay, según la información de EFE.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que actualmente existen en la región 10,5 millones de niños o adolescentes que trabajan, lo que supone una reducción de 9,5 millones con respecto al 2000.
En Paraguay
Para tener una visión local al respecto en uno de los sectores que más emplean a jóvenes, consultamos con el ingeniero José Luis Heisecke, titular de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco). Él manifestó que en nuestro país la gran mayoría de los obreros de este rubro son jóvenes que no terminan ni siquiera la educación primaria. “Salen a buscar trabajo por la necesidad en sus familias”, indicó.
No obstante, según lo acotado, ante un obrero que demuestra ciertas aptitudes, la empresa apuesta a su capacitación. “Existen cursos a los que pueden tener acceso. Las empresas se encargan de la formación generalmente de los capataces, topógrafos, técnicos viales, técnicos en general. Los obreros tienen la posibilidad de ir escalando en el rubro”, comentó.
En cuanto al pago, Heisecke comentó que los obreros empiezan ganando sueldo mínimo, pero que en el caso de los operadores de máquinas pueden llegar a ganar entre 3 y 5 millones de guaraníes mensuales. “En el caso de operadores de máquinas de 400.000 o 500.000 dólares, el empresario sabe que no puede pagarle un sueldo mínimo a una persona que está cuidando el patrimonio de la empresa. La operación es más complicada y se paga mejor, es en el caso de operadores de grúas estáticas o móviles”, dijo.
También señaló que por ley cuentan con seguro social. “En líneas generales sí cuentan con este seguro, especialmente las empresas constructoras que son contratadas por el Gobierno y este exige la presentación de la planilla de IPS. En el caso de las obras privadas, ahí escapa un poco del control tal vez”, reconoció.
Ante nuestra consulta de si siguen habiendo obreros “jornaleros”, que trabajan por día, dijo que sí existen, generalmente en la parte de rutas. “Los que asisten al operador de máquina, para controlar el terreno en el que va a trabajar la máquina y en obras civiles, son ayudantes de la preparación de cemento. Los llaman principiantes”, comentó.
La capacitación
Según Heisecke, los gremios están capacitando y formando a trabajadores de diferentes maneras. “Creemos que la construcción es uno de los motores de la economía de un país, y la formación de los obreros es vital. Instamos a que la educación deje de ser solo teórica, debería ser más práctica, para empleos de mandos medios. El país necesita albañiles, plomeros, carpinteros. La educación en Paraguay debe mejorar en la parte práctica”, insistió.