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La Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) afirma que detectó que el aporte fiscal de las empresas distribuidoras de bebidas alcohólicas y no alcohólicas son bajos con relación a sus ingresos, que algunas declararon rentabilidad que no supera siquiera el 1% y que descubrieron indicios de que algunas distribuidoras y comerciales se nutren de facturas de contenido falso para justificar sus costos y así, aparentemente evadir los impuestos. “Este mecanismo es utilizado con la intención de legalizar la cadena comercial de los productos que ingresan en negro y posteriormente son proveídos a las grandes cadenas de supermercados y mercados de todo el país”, asegura el reporte sin dar nombres.
Además, dice que también se constataron fuertes indicios de que no tributaron la tasa adicional del Iracis, al ocultar la distribución de las utilidades entre sus socios.
En lo que respecta al impuesto a la renta agropecuaria (Iragro), que afecta puntualmente a los productores pequeños dentro de todo el sector agrícola (los más grandes terminan pagando Iracis), expresa que luego de detectar un alto grado de informalidad y del casi nulo aporte, la SET realiza fiscalizaciones puntuales a los que no regularizaron su situación dentro del plazo establecido. “En estos casos también se comprobó una evasión fiscal por montos de relevancia”, puntualiza sin dar nombres ni montos.
Explica que entre las irregularidades constatadas se encuentran que los contribuyentes no declararon la totalidad de sus ingresos, que abultaron sustancialmente sus costos o gastos, que respaldaron egresos con facturas falsas o clonadas y que abultaron egresos incluyendo irregularmente gastos particulares y personales de los dueños que no son contribuyentes del IRP.
Lo informado por la SET ayer no dejó de llamar la atención, porque se da en un momento en que se está discutiendo con representantes del sector privado el proyecto de ley de reforma tributaria a ser presentado al Congreso y estos dos puntos mencionados, IVA Agropecuario y el selectivo a bebidas, coincidentemente, se manifestaron en contra de las propuestas de Hacienda.
El sector de bebidas no está de acuerdo con la suba de las tasas máximas del impuesto selectivo al consumo (ISC) y empresarios agropecuarios se oponen a la modificación del IVA agropecuario, porque implicaría la eliminación de la devolución del citado tributo.
Estos dos puntos, que continúan en discusión, provocaron la postergación de la presentación de Hacienda, que busca un consenso con el sector privado.
Proyecto, a vuelta de Semana Santa
El proyecto de reforma tributaria sigue en plena discusión en la Comisión Técnica Económica Tributaria (CTET), pero a nivel de la mesa técnica conformada por contadores y abogados representantes del fisco y del empresariado. La intención es que luego de la Semana Santa se convoque a una reunión público privada de modo a remitir al Congreso una propuesta unificada. Así lo confirmó ayer el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez.