En Margariño se preguntan cómo pasaría el río una mole de arena

Margariño es un pequeño poblado situado al norte de General Díaz, en la ribera de la cañada La Madrid. Los pobladores están muy preocupados por la imagen que presenta el cauce de la cañada: miles de metros cúbicos de arena que deben ser despejados. Sostienen que el Pilcomayo no logrará pasar este punto sin una limpieza previa del cauce.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2061

Cargando...

Margariño es un pequeño poblado situado en la ribera de la cañada La Madrid, está ubicado al norte de General Díaz, a unos 140 kilómetros de este fortín.

Margariño debe su nombre a tropas bolivianas. En tiempos de la Guerra del Chaco fue una importante base logística.

Llegar a Margariño y observar el cauce de la cañada La Madrid asusta: ¿Podría pasar el Pilcomayo la mole de arena que se interpondrá en su camino?

Según los pobladores, el río no podrá pasar salvo que se limpie el cauce.

Feliciano “Chano” Lovera vive en Margariño y conoce el comportamiento del Pilcomayo al igual que todos los pobladores de la región.

“El río no tiene forma de seguir su paso en medio del inmenso arenal que se formó hace ya dos años”, dijo.

Mencionó que “se tiene que sacar miles de metros cúbicos de arena. Por lo menos dos metros se tiene que excavar para que tenga la pendiente necesaria para escurrirse”.

Chano Lovera estima que se debe limpiar un tramo de 20 kilómetros, teniendo que excavar como mínimo 2 metros de profundidad y 20 metros de ancho.

Para lograr esta meta se requiere por lo menos tres meses de trabajo continuo, en dos turnos de ocho horas cada uno.

Empezando las tareas en agosto se puede esperar que concluya en octubre.

Pero en Margariño no hay siquiera preparativos para que tal desafío pueda afrontarse.

Punto crítico

Margariño se convirtió en un punto crítico: el inmenso arenal se tiene que limpiar, de lo contrario el riesgo es que se deposite mayor cantidad de sedimentos en la próxima crecida y el Pilcomayo termine disparando para cualquier lugar.

No existe mayor temor de los pobladores que el río fuera de su cauce. “Entra en cualquier lugar, destruye todo a su paso y luego queda muerta la vegetación. Hace dos años tuvimos muchos problemas, hay gente que perdió todo porque el río se abrió paso a causa de la colmatación”, explicó.

Los pobladores insisten en la necesidad de manejar el ingreso del río como un sistema: limpiar la embocadura y al mismo tiempo preparar el cauce de La Madrid.

Sienten temor a la posibilidad de que la comisión del Pilcomayo se limite a limpiar la boca del canal y deje de lado la cañada.

roque@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...