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Según trascendió en la víspera, en un momento de la reunión del Consejo, se produjo un duro cruce entre los representantes de la ANDE y de la brasileña Eletrobras, ocasión en que la parte brasileña amenazó con dejar de pagar la compensación por la energía cedida si el ente paraguayo no comenzaba a contratar la energía más onerosa.
Ante esa situación, la representación paraguaya de la ANDE reaccionó de una manera similar, manifestando que, en represalia, Paraguay podría trabar la cesión de la energía que no consume y que va todo al Brasil, “a precio regalado”.
Según la fuente, nuestro país debe ser firme en estas negociaciones para mantener cierta ventaja, considerando que la hidroeléctrica ha venido beneficiando de una manera inaceptable al Brasil durante 45 años, teniendo en cuenta las cercanía del 2023, año en que debe revisarse el Anexo C.
Técnicos del sector también señalaron que la ANDE ya habría cedido a las presiones del Brasil para que compre la energía más cara, esto durante el gobierno anterior, cuando contrató más de la “energía garantizada” que la energía superior o adicional a la garantizada, que es más barata.
Para entender mejor lo que implican ambas clases o tipos de energía, según los datos técnicos, la binacional cubre sus costos/ deudas con la venta de 75.000 GWh/año, y eso equivale a una tarifa que ronda los US$ 40/MWh, pero generalmente es mayor la producción. Todos los años bate récords que oscilan entre 99.000 y 102.500 GWh/año, la energía generada sobre los 75.000 GWh tiene una tarifa inferior, que oscila entre los US$ 5 y 6 el MWh.
Lo que habría causado la “molestia” brasileña es que la actual administración de la ANDE redujera la contratación de la energía garantizada y aumentase el retiro de la superior a la garantizada y así beneficiar al usuario local de la energía de Itaipú para cubrir sus picos.
Conforme con los antecedentes, debido a las “malas compras”, el ente estatal paraguayo entró en rojo o en déficit durante dos años consecutivos, lo que está corrigiendo en estos momentos. Esta situación habría causado “molestias” al Brasil.
Gracias a la compra de la energía adicional a la garantizada, nuestro país paga por una energía mucho más barata, que en un promedio ronda los US$ 32 el MWh. Sin embargo, nuestra fuente señala que Brasil también recibe y mucho más, la energía superior a la garantizada, que es menos costosa.