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En la jornada de apertura de la cumbre sobre cambio climático en París (30 de noviembre) el presidente Horacio Cartes destacaba, entre otras cosas, que “somos uno de los pocos países que consume casi el 100% de fuente limpia y renovable”.
Cuatro días después, la agencia francesa de noticias AFP publicaba que Paraguay “encabeza la lista mundial en materia de energías de baja emisión de carbono”.
Explicaba también que esa calificación derivaba de la aplicación “de una nueva herramienta comparativa” que habían presentado en París el día 2 del presente mes.
Esta selección de países con menor emisión de carbono a la atmósfera, creemos que fue más bien influenciada por el informe que dio Cartes en el foro de París.
¿Limpia y renovable?
Si por energía limpia y renovable entendemos a la que se obtiene de fuentes naturales, virtualmente inagotables, porque contienen una extraordinaria cantidad de energía o que pueden regenerarse naturalmente, las conclusiones del Balance Energético Nacional nos permite inferir que el Primer Mandatario de la República, en el mejor de los casos, no se informó bien.
Si hubiese dicho que la energía que consume el mercado nacional proviene en un 18% de fuentes renovables en vez 17,9%, hasta las matemáticas lo hubieran disculpado; pero, según las publicaciones locales, aventuró que “casi el 100% de nuestro consumo proviene de “fuente limpia y renovable”.
Consumo final
El Balance Energético destaca igualmente que el consumo final de energía en el 2014 alcanzó 4.700.04 Ktep (kilo tonelada equivalente de petróleo), cifra que comparada con la del 2013 permite concluir que entre uno y otro ejercicio hubo un crecimiento del 5,1% del consumo de energéticos.
De acuerdo con el Balance, en este contexto, el consumo de electricidad subió un 8,6%, 5,1% el del petróleo, como también los productos que engloba la biomasa (leña, residuos, carbón vegetal y alcohol), en un 3,7%.
Sector residencial
En el campo específico de la energía eléctrica, el Balance destaca que el consumo del sector residencial creció 8,6%.
Aclara, asimismo, que este segmento ocupa el 44% de la estructura conformada por los consumidores del fluido eléctrico. Entretanto, el industrial aumentó un 4,6% con relación al año anterior. Lo llamativo es que esta categoría redujo su peso en la estructura de referencia de 21,4% a 20,6% en 2014.
El sector comercial mantiene el nivel que alcanzó en 2013 en la estructura, agrega la compilación estadística de Minas y Energía.
En lo atinente al consumo de productos de la biomasa, que también creció, revirtiendo la tendencia al decrecimiento que se observaba en los últimos años, se destaca que el 56% corresponde a la leña.
Aclaran que el Balance excluye de esta cifra la destinada a las carboneras.