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Los comerciantes de esta parte del país alegan que las personas concurren al mercado municipal justamente en busca de precios bajos, por lo que sería inútil poner a la venta un producto que es dos veces más caro que el que se oferta en forma ilegal.
En todos los locales hay grandes cantidades de azúcar de industrias brasileñas, que es ingresado de contrabando a pesar de todos los controles y las iniciativas oficiales de luchar contra este flagelo.
Basta un breve recorrido por el Mercado de Abasto para ver gran cantidad de azúcar en paquete de dos y cinco kilogramos, todos de origen brasileño.
Los vendedores, quienes prefieren el anonimato, pues admiten que el producto que vende proviene de la actividad ilegal, afirman que es imposible vender azúcar de producción nacional a más de G. 5.000 por kilo, cuando la gente puede comprar el producto de origen brasileño por menos de G. 3.000 el kilo.
El paquete de cinco kilos del producto cristalizado se vende entre G. 13.000 y G. 15.000 por kilogramo. Todos los días ingresan miles de kilos principalmente por el Puente de la Amistad que une Ciudad del Este con Foz de Yguazú, Brasil.
Los grandes contrabandistas del Este operan trayendo bolsas de azúcar de 50 kilos en camiones y furgonetas, pero también se registra el “contrabando hormiga”, pues los despenseros y pequeños comerciantes lo traen en fardos que trasladan en motocicletas.
Hay fuertes sospechas de que están pagando coimas a funcionarios aduaneros y a agentes de policía en la zona fronteriza para hacer pasar la mercadería que se produce a nivel local, de acuerdo con las denuncias.