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La manifestación fue protagonizada por integrantes del Centro de Importadores de Vehículos Usados y Afines del Alto Paraná. Se apostaron a un costado de la ruta desde temprano y estacionaron camiones cigüeñas y automóviles usados en el mismo sitio. Cerraron la vía principal y sus paralelas, las avenidas Monseñor Rodríguez y San Blas.
El secretario general de la organización, Amalio Estigarribia, dijo que normalmente ellos pagaban un impuesto del 10% al momento de despachar los automóviles usados traídos de Chile, pero que el decreto establece tasas hasta 25%, lo cual encarece el producto.
“Si antes pagábamos 3 millones, ahora pagamos 5 millones. Y eso es mucho. Si antes, en nuestra playas vendíamos un Toyota Vitz a G. 19 millones, ahora tendremos que vender a G. 23 millones. Eso nos perjudica a nosotros y también a los paraguayos trabajadores que no tienen fondos para comprar un auto 0K, pero sí pueden acceder a uno usado”, detalló Estigarribia.
Añadió que a modo de protesta tampoco están despachando sus importaciones. “Queremos que sientan el impacto en las recaudaciones de Aduana, porque nosotros también aportamos y mucho a los ingresos”, alegó.