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ABC Color se reunió con Sarabia la semana última, luego de semanas de insistencia de este diario, en busca de respuestas acerca de las dudas y cuestionamientos que giran en torno a esta operación y a otras gestiones del Grupo Empresarial al que pertenece.
El empresario, de origen brasileño, accedió a una entrevista, pero puso como condición que no se publiquen fotografías suyas.
En tono amable y en ocasiones, dubitativo, nuestro entrevistado trató de explicar por qué alguien querría comprar 10.300 Ha. de Chino Cue (Itakyry, Alto Paraná), sabiendo que se encuentra completamente invadida y que, además, tiene una gran superficie expropiada.
Inició la conversación diciendo que se encuentra “muy preocupado” por su seguridad y por la de su familia debido a las publicaciones de este diario. “Esto expone mucho a mi familia y afecta mucho la imagen empresarial”, afirmó.
Luego de defender las operaciones del Grupo, en el que se encuentran reconocidas firmas del sector agrícola como Agrofértil, Tecnomyl, entre otras, nos centramos en el caso de Tierra de Negocios SA (TNSA), creada exclusivamente para la operación de Chino Cue, a través de presuntos testaferros.
Consultamos a Sarabia si la intención era simular compras de las tierras en cuestión para cobrar la indemnización del Estado, lo cual fue negado rotundamente. Primero, aseguró que el Grupo Empresarial opera 100% en el marco de la legalidad y luego señaló que no tenían la intención de hacer un negocio a costa del Estado.
Insistimos en que, según las escrituras de compraventa, TNSA pagó US$ 6,1 millones por 10.300 Ha y que meses después, de acuerdo con una carta dirigida al Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), las ofreció por US$ 31 millones. Dijo que esa solo fue una propuesta, pero que “el precio no define el vendedor ni el Indert, sino el MOPC, que hace una tasación”.
“Cuando Ud. crea mentalmente una cosa y cree que es verdad, es más difícil que la otra persona te convenza. Nosotros tenemos varias empresas y varios negocios y Tierra de Negocios es una de ellas”, agregó.
Volvimos a preguntar si su intención era hacer un “negocio” a costa del Estado paraguayo, a lo que respondió: “Cuando nosotros entramos, no sabíamos si esas tierras iban a quedar con el tiempo desocupadas y sería negocio. ¿A dónde está la ilegalidad?”, señaló y añadió que se asumió el riesgo, actuando “de buena fe”.
Le consultamos qué proyecto tenían para estas tierras y respondió que los empresarios del grupo no sabían que la ocupación campesina sería irreversible, pues según él, existen “cientos de casos” de tierras que se invaden y luego quedan liberadas, aunque no especificó un solo caso de los que mencionó.
Cuando le hicimos notar que aún no respondía la pregunta sobre el plan específico pretendían para el inmueble, atinó a decir: “Queríamos explorar esas tierras para agricultura”, pero no supo explicar por qué tan rápidamente cambiaron de idea, porque recién en abril de 2008 se creó TNSA, que entre noviembre y diciembre de ese año compra las 10.300 Ha. y en febrero de 2009, dos meses después, ya estaban ofreciéndolas al Estado por un monto 400% mayor al que les costó (aunque existen serias dudas de que hayan pagado las cifras que aparecen en las escrituras, en las que incluyen un desembolso en efectivo de US$ 3,7 millones).
Férrea defensa del Indert
El “negocio” de Chino Cue fue defendido contra viento y marea por el actual presidente del Indert, Justo Cárdenas, en connivencia con la Junta Asesora y de Control de la institución, que aprobó la operación pese a los cuestionamientos.
Ahora el Estado está a punto de pagar US$ 13,7 millones a Tierra de Negocios SA, propiedad de los hermanos Sarabia (José Marcos, Paulo Sergio, Antonio Ivar y otros), pese a que sus documentos tendrían un origen ilegítimo.
gbenitez@abc.com.py Fotos: Fernando Romero