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Al respecto el ingeniero Javier López, de la mencionada firma, manifestó que por la característica del suelo del Ñeembucú la cal ayuda a mejorar el valor de soporte y disminuir la plasticidad de los suelos arcillosos y dispersivos de la zona. “Con la cal transformamos el suelo que tiene arcilla en suelo apto para compactar. Le da una mayor resistencia y le saca la humedad”, explicó el profesional.
La reconstrucción de la Ruta IV se ha reforzado con la apertura de un frente de trabajo en las inmediaciones de la ciudad de Pilar. Al mismo tiempo se aguarda la respuesta del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) a un planteamiento de la constructora, que podría mejorar el proyecto original. El nuevo frente de trabajo incluye unos 5 kilómetros de recapado, más la reconstrucción de otros 18 kilómetros en las cercanías de la capital departamental.
La obra tiene un avance superior al 30%, pero hay pausas en algunos sectores. Al respecto, el Ing. Francisco Griñó, de T&C, explicó que aguardan la respuesta del MOPC a un planteamiento de revisión de algunos aspectos del proyecto inicial, elevado hace casi dos meses, y que podría mejorar el plan original, resaltando que esto no representa aumentar el presupuesto sino simplemente optimizar el proyecto.
Hoy unas 400 personas trabajan en la obra, con casi 100 máquinas, y se recomienda transitar con cuidado, a velocidad prudente, para evitar accidentes.
Cuantiosa inversión
La inversión en esta obra es de G. 291.995 millones, y el contrato del MOPC con T&C contempla la reconstrucción de gran parte de la ruta Pilar-San Ignacio, además de su mantenimiento durante varios años, para lo que se implementó el Contrato de Rehabilitación y Mantenimiento por Índices de Servicios (Crema), financiado con bonos soberanos.