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Cerca de las 9:00 la cola llegaba hasta el puente ubicado sobre el arroyo El Zaimán, a la salida de Posadas. Similar situación se vivía en las adyacencias de la estación del tren fronterizo, donde cientos de personas aguardaban cumplir los controles migratorios para cruzar hacia la capital del Itapúa vía ferrocarril, en un viaje que lleva solo 8 minutos.
Pese a que todas las casillas en la cabecera argentina del viaducto estaban abiertas, había embotellamiento por el gran número de autos y personas, todo porque desde hoy deben restringir sus compras en Encarnación.
Resulta que en un intento por frenar el creciente cruce a Paraguay, la Aduana de Posadas aplicará ahora con rigurosidad el Régimen de Tráfico Vecinal Fronterizo (TVF), norma que data de 1999.
Los principales perjudicados son los posadeños y aquellos que residen en un radio de 100 kilómetros del puente internacional, ya que quedan limitados a realizar compras los días hábiles entre las 7:00 y las 19:00 y por un monto no superior a US$ 50 por persona y por mes.
Para el abogado Luis Palma, de Posadas y experto en legislación aduanera, “el TVF es bastante discriminatorio porque se basa en situaciones de hecho que sucedían hace mucho tiempo y nunca fue adecuado a la realidad”. El derecho tiene que regular conductas actuales y ser mucho más abiertos, alegó. “Hoy US$ 150 en el tráfico terrestre o US$ 600 vía aérea son montos irrisorios” dijo, y peor aún si se restringe a solo US$ 50.
La decisión, criticada tanto por posadeños como por el gobierno de Itapúa, dispone que los productos a ingresar sean de origen paraguayo, lo que condiciona aún más. Miles de argentinos cruzan a Encarnación, por ejemplo, para llenar los tanques de combustible por la favorable diferencia de precios.