Electrointensiva está lista para operar, pero ANDE no

En abril pasado concluyó el montaje de la planta electrointensiva de Aleaciones Yguazú SA, ubicada en la ciudad de Limpio. Sin embargo, la misma todavía no puede entrar en funcionamiento debido a que las tratativas con la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) se dilataron indefinidamente, pese a la existencia de un contrato firmado originalmente en noviembre del año 2011.

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LIMPIO, departamento Central (Ramón Casco, Cristian Cantero y Virgilio Vera, enviados especiales).- La instalación de la planta en Paraguay surgió de un proyecto mixto entre compañías extranjeras, de las cuales el Grupo Elkem, con base en Noruega, es el principal accionista con el 50% de participación. El resto lo comparten el Grupo Andreani y Manferro de Argentina. La compañía europea tiene más de 100 años de especialización en ferroaleaciones y se integró en un joint venture con las argentinas para producir ferrosilicio.

Este proyecto se inició hace aproximadamente seis años con la compra de una planta en Noruega y su desmovilización y montaje en el Paraguay, explicó Marcelo Campanini, gerente de proyecto de Aleaciones Yguazú SA (AYSA). La construcción de la parte civil de la planta y el reacondicionamiento de las piezas traídas desde Europa se hizo con mano de obra 100% local, informó.

“La construcción de la planta arrancó hace dos años y medio aproximadamente. Hoy está en la etapa de puesta en marcha y testeo final de algunas máquinas para entrar en funcionamiento. En realidad, la planta ya estaba lista para la puesta en marcha en abril y se están haciendo unos pequeños ajustes para terminar los detalles. Pero ya está como para trabajar, hay que enchufar y funciona”, señaló Campanini.

Sobre el atraso de la puesta en marcha de la electrointensiva, explicó que el directorio de la empresa está negociando con las autoridades de la ANDE. “Estamos esperando el resultado de esas negociaciones para la puesta en marcha y colocar la planta a trabajar. Solo esperamos que el directorio nos apruebe la puesta en marcha”, reiteró. Campanini dijo que no le correspondía hablar de esas tratativas, pero trascendió que se relacionan con el plazo del contrato y el precio de la energía establecida para esta industria.

Según los antecedentes, el 22 de noviembre de 2011 se firmó el contrato entre AYSA y la ANDE y el acuerdo, inicialmente, rige hasta el año 2023. Asimismo, se estableció que la ANDE percibiría inicialmente 500.000 dólares anuales en concepto de pago por la energía proveída. Esa cifra debía aumentar a un millón de dólares al llegarse al bloque final de potencia contratada, según el documento dado a conocer en su momento por la ANDE.

La planta fabril será alimentada en 220 kV desde la subestación de Limpio, ubicada a menos de 200 metros de la misma.

La demanda inicial de potencia será de 12 a 15 MVA. “Lo importante es que una vez que empieza a funcionar la planta, ya no puede parar. Una vez que se entra en el calcinamiento, que es un proceso largo, ya no se puede desconectar; principalmente los primeros 90 días no puede parar la planta porque es cuando se forma el área de trabajo del horno. No tiene que haber interrupción del suministro ni de la carga. Se arranca con una carga muy baja y se va aumentando a lo largo de un proceso que puede llevar hasta tres meses”, explicó Marcelo Campanini, el gerente de proyecto de la firma.

Verboaleaciones

Paraguay sigue siendo el país de las contradicciones. En efecto, mientras el Gobierno gasta millones en pasajes, hoteles y viáticos con las oleadas de funcionarios que envía a los principales mercados del planeta a “cazar inversionistas”, en Limpio hay una fábrica lista desde abril pasado, cuyos accionistas, que ya invirtieron US$ 40 millones, con el contrato firmado desde 2011, decreto de autorización, etc., siguen esperando la promocionada energía eléctrica paraguaya “limpia, abundante y barata” para funcionar.

No es la única en esta situación, hay otras ya instaladas, también con fuertes inversiones incluso en las instalaciones de la estatal, que también aguardan la huidiza conexión.

“Estamos en el noveno mes de embarazo, pero tratamos de evitar las contracciones de la parturienta o que se le rompa la bolsa”, comparaba un técnico de la unidad productiva para que su mensaje llegue con claridad.

“Solo falta el partero”, añadía, refiriéndose a la función de la ANDE en este proceso.

Mientras, 140 compatriotas, ya calificados, dedican su tiempo a trabajos de ajustes, parquización, etc,. quienes cobran sus sueldos puntualmente, pero si la indecisión continúa, cabría preguntarse hasta cuándo.

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