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El crecimiento exponencial que presenta el sector de las clínicas veterinarias dinamiza la industria nacional, la importación y a las microempresas relacionadas. También crece la demanda de personal capacitado.
La fuerte competencia que existe en el mercado de las mascotas obliga a los veterinarios a estar en constante capacitación. El III Congreso Nacional de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales del Paraguay, que culminó ayer en la Quinta Ycuá Satî, tuvo como objetivo actualizar y compartir conocimientos que contribuyan al desarrollo científico de los profesionales dedicados al área de animales de compañía.
El doctor Pedro Ferrer, presidente de la Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales (AMVEPA) destacó el éxito alcanzado por el congreso y la III Expo AMVEPA, en las que una treintena de empresas que trabajan de cerca con el sector expusieron productos.
"Tanto en el ámbito científico por la calidad de los expositores en temas de medicina, cirugía y animales silvestre como en la parte de la feria comercial, hemos llenado las expectativas", aseguró el doctor Ferrer.
También se superó la cantidad de participantes de las ediciones anteriores con casi 300 inscriptos, entre profesionales y estudiantes.
Añade que las clínicas veterinarias tienen un crecimiento exponencial, las que a su vez mueven a numerosas empresas, además de generar empleos. Aunque no hay cifras de cuanto dinero mueve el sector, Ferrer indicó que detrás de una clínica veterinaria, hay microempresas, laboratorios, industrias alimenticias, químicas y farmacéuticas.
Con la apertura de un Pet Shop se adquieren equipos, vehículos utilitarios, cosméticos, alimentos, pero a la vez se genera una mayor demanda laboral de personas capacitadas para presentar servicios para mascotas.
"Un parámetro es que hay más jóvenes que quieren ingresar a la carrera de veterinaria, porque ven que es una actividad muy interesante, también desde el punto de vista lucrativo", dijo.
Otro indicador es la frecuente aparición de avisos requiriendo la contratación de estilistas caninos. "A veces con dos o tres estilistas no damos abasto", explicó.
Para el buen funcionamiento de una clínica se precisa, como mínimo, dos veterinarios, dos ayudantes y un funcionario administrativo, concluyó.
La fuerte competencia que existe en el mercado de las mascotas obliga a los veterinarios a estar en constante capacitación. El III Congreso Nacional de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales del Paraguay, que culminó ayer en la Quinta Ycuá Satî, tuvo como objetivo actualizar y compartir conocimientos que contribuyan al desarrollo científico de los profesionales dedicados al área de animales de compañía.
El doctor Pedro Ferrer, presidente de la Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales (AMVEPA) destacó el éxito alcanzado por el congreso y la III Expo AMVEPA, en las que una treintena de empresas que trabajan de cerca con el sector expusieron productos.
"Tanto en el ámbito científico por la calidad de los expositores en temas de medicina, cirugía y animales silvestre como en la parte de la feria comercial, hemos llenado las expectativas", aseguró el doctor Ferrer.
También se superó la cantidad de participantes de las ediciones anteriores con casi 300 inscriptos, entre profesionales y estudiantes.
Añade que las clínicas veterinarias tienen un crecimiento exponencial, las que a su vez mueven a numerosas empresas, además de generar empleos. Aunque no hay cifras de cuanto dinero mueve el sector, Ferrer indicó que detrás de una clínica veterinaria, hay microempresas, laboratorios, industrias alimenticias, químicas y farmacéuticas.
Con la apertura de un Pet Shop se adquieren equipos, vehículos utilitarios, cosméticos, alimentos, pero a la vez se genera una mayor demanda laboral de personas capacitadas para presentar servicios para mascotas.
"Un parámetro es que hay más jóvenes que quieren ingresar a la carrera de veterinaria, porque ven que es una actividad muy interesante, también desde el punto de vista lucrativo", dijo.
Otro indicador es la frecuente aparición de avisos requiriendo la contratación de estilistas caninos. "A veces con dos o tres estilistas no damos abasto", explicó.
Para el buen funcionamiento de una clínica se precisa, como mínimo, dos veterinarios, dos ayudantes y un funcionario administrativo, concluyó.