El Niño que se vino sorprendió sin mantenimiento a muros de defensa

El fenómeno El Niño, según expertos atribuible al calentamiento global, alteró la frecuencia de las “ocurrencias”. Las grandes lluvias en la cuenca del río Paraguay, con una superficie de casi 1.200.000 km², causa graves daños a la red vial y pone a prueba los muros de defensa, con enormes gastos en reparaciones. Es urgente tener planes previos de vigilancia y mantenimiento.

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El cambio climático por el calentamiento global, generó el aumento de las “ocurrencias”, según los especialistas. En nuestro país, las últimas precipitaciones provocaron numerosos corte de caminos, principalmente en la zona Oriental.

El acceso al distrito de San Pablo, Dpto. de San Pedro, quedó bajo agua, y los pobladores quedaron totalmente aislados. La ruta a Villa del Rosario y Choré se anegaron y gran parte se destruyeron por desborde del estero Yetyty.

El corte del terraplén y capa asfáltica de la ruta 3 entre el km 383 al km 389 por falta de alcantarillas compensadores ante el desborde del Azote’y es otro ejemplo.

Igualmente los terraplenes de acceso al puente sobre el río Jejuí, donde los recientes factores climáticos demostraron que la luz adoptada para el puente fue insuficiente. Quizás los 100 m faltantes (que arrojó el estudio de verificación) hubiesen evitado el aislamiento de los pobladores.

Filtraciones en muros de defensa

Debido a las inundaciones la ciudad de Alberdi quedó convertida en una “isla”, y existe un alto riesgo de que la fisura en el muro de contención aumente, y deba iniciarse la evacuación total de la población.

De igual manera en la zona baja de Pilar, varias casas del barrio San José quedaron bajo agua, luego de que el muro de contención que rodea la ciudad comenzara a filtrar grandes cantidades de agua del arroyo Ñeembucú, y la lucha por evitar que el agua siga avanzando prosigue.

La ciudad de Fuerte Olimpo, capital del Dpto. de Alto Paraguay, está al borde de una inundación. El muro de contención está en pésimo estado, en cualquier momento puede ceder y las bombas de achique no funcionan.

En Carmelo Peralta el agua sobrepasó el nivel del muro de contención, y muchas familias abandonaron sus hogares al quedar sus casas bajo agua.

En Bahía Negra, el barrio Norte está bajo agua, y las familias que no quieren abandonar el lugar levantan muros de contención improvisados, otros buscan sitios elevados y albergues provisorios.

Daños patrimoniales

En este contexto, no se puede desconocer que bajo las condiciones climáticas actuales, aumentará las frecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos, como crecientes y lluvias torrenciales (antes aceptado cada 50 años) causando innumerables daños materiales, sumado el gasto de reparación de la red vial y los muros de contención.

¿Qué responsabilidad les cabe a consultoras y sus profesionales en estos casos? En el caso de los proyectos viales, quizás el Ministerio debería replantear las normas de diseño, estableciendo nuevas pautas viales e hidrológicas para los futuros concursos, teniendo en cuenta el cambio climático que eviten la destrucción de tramos de rutas, principalmente cuando atraviesan valles de inundación.

En estos casos se debería priorizar los estudios hidrológicos para evaluar, si agregando un número suficiente de alcantarillas compensadoras (aliviaderos) para evitar colapsos y tener que reparar después las secciones de rutas dañadas, podría resultar mas práctico y económico que elevar los terraplenes.

En el caso de los muros de defensa, teniendo en cuenta que por lo general se trata de terraplenes de tierra, expuestos a erosiones por fenómenos meteorológicos, tales como lluvias y granizos, implementar un programa de mantenimiento periódico en épocas de estiaje en coordinación con las intendencias, para reponer los suelos “embancados” (que se perdieron), reforzar y proteger los taludes y controlar las bombas de achique.

En la región, las vialidades introdujeron el concepto de “estudio hidrovial integral preventivo” como política de diseño para condiciones extremas, a tener en cuenta ante los efectos del calentamiento global. Se trata de una tendencia a implementarse principalmente cuando la ruta atraviesa valles de inundación, y para verificar la estabilidad y estanqueidad de los muros de tierra, concepto que quizás haya permitido que en las provincias limítrofes a nuestro país, no se hayan producido cortes de rutas, y se mitigara el deterioro de las defensas costeras.

ccaceres@abc.com.py

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