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El monorriel es “un sistema de transporte masivo sustentable en lo económico, técnico, social y ambiental”, dice el estudio de la Dirección de Movilidad, Tránsito y Transporte de la alcaldía de Rumiñahui, área metropolitana de la capital ecuatoriana.
El precio referencial de 12 millones de dólares y un monto estimativo de 276 millones de dólares para 24 kilómetros lo hacen totalmente factible y viable para Asunción, una ciudad bastante similar a Quito y sus alrededores en cuanto a población y extensión.
El sistema presenta numerosos beneficios para el pasajero al ofrecer seguridad en el transporte, seguridad personal dentro del sistema, confort en el viaje, acceso cómodo a las áreas de embarque y desembarque, costo competitivo de uso del sistema.
Otro punto muy importante es la plusvalía que obtendrán los frentistas del corredor por donde pasa el monorriel por todos los emprendimientos que pueden desarrollarse a lo largo del sistema. Este es un aspecto fundamental, pues la mayoría de los comerciantes está convencida de que el sistema del metrobús que quiere implementar el Ministerio de Obras Públicas prácticamente va a matar el comercio sobre el corredor Avda. Eusebio Ayala-Ruta Mariscal Estigarribia.
Incluso, dado que la construcción del monorriel se efectúa mediante el sistema de hormigón prefabricado, no representará mayores inconvenientes para el tránsito vehicular durante su desarrollo, tal como se ha comprobado en varios países donde se ha ejecutado o se viene realizando.
La tecnología incorporada es de punta y el sistema presenta varios beneficios sociales que se traducen en el ahorro de tiempo, capacidad de transporte y es amigable con el ambiente.
El mismo sistema de operación del monorriel ofrece ventajas, como por ejemplo: la tecnología probada, confiabilidad en la operación y mantenimiento a un menor precio, eficiencia y seguridad con un control automatizado, la estructura elevada le permite sobreponerse a cualquier dificultad del tránsito y es adaptable a las necesidades.