Debido a ello, la entidad debe seguir alquilando pisos en edificios aledaños al suyo y a precios cotizados en dólares, para contar con suficientes oficinas administrativas. Incluso, el estacionamiento del inmueble fue convertido en despachos divididos por mamparas.
El director subrayó que es llamativo que el terreno de la entidad en el barrio Seminario de Asunción (con más de 20.000 m2) no haya sido aprovechado para construir un edificio grande, y por menos del costo de 2,3 millones de dólares de este. Además, ¡estaban listos los planos del proyecto -edilicio-!, añadió.
Refirió que la premisa del gobierno del electo presidente Nicanor Duarte Frutos es combatir la corrupción, y esta administración no va a ser la excepción. Las puertas del edificio están abiertas si la fiscalía quiere conocer la verdad sobre la compra.
Fretes Escario criticó la decisión de Réiser que dejó de lado el proyecto en el barrio Seminario. No puedo hablar de sobrefacturación, ya que eso es de competencia de la fiscalía, pero este local no llena nuestras necesidades. Es más que evidente. Me pregunto: ¿por qué se hizo esta compra si sabemos que existían mejores ofertas como la del edificio del Citibank, aquí, en el centro (de 6.100 m2, en Estrella y Chile), o los planos para construir uno nuevo -de 8.000 m2-?.
LAS MENTIRAS
El fiscal general Oscar Latorre nombró como fiscala del caso del edificio a su ex relatora Artemisa Marchuk. Esta, haciendo a un lado evidencias irrefutables del fraude denunciado por el Sindicato de Personal de la Entidad Binacional Yacyretã, sede Asunción (Sipeby-Asu), eligió como colaboradores a dos tasadores de dudosa actuación: Miguel Angel Lemir, acusado de falsificar instrumentos públicos, y Juan Angel Núñez Scarpellinni, quien llamó a ABC interesado en opinar que el edificio en cuestión no podía costar 2,3 millones de dólares, para luego decir lo contrario ante la fiscalía en un caso de rara contradicción.
En base a los informes de Lemir y Núñez, Marchuk pidió al juzgado que se archive el caso, a pesar de las pruebas que tenía para abrir un juicio penal. Además, la fiscala mintió al asegurar que Núñez tenía el aval de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), lo cual fue desmentido por el presidente del gremio, Ing. Francisco Griñó.
Núñez también deslizó argumentos de cristal: avaló la compra señalando a la fiscalía que Yacyretã salió ganando, ya que mediante la operación ahorraría en gastos de alquiler, lo cual no es cierto.