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El 25 de junio de 2017, en el suplemento económico de ABC Color, el Ing. Axel Cid Benítez Ayala, exdirector de Energía del Viceministerio de Minas y Energía, publicaba un ensayo titulado “Más obras en el complejo Yacyretá se traducirán en más deudas”.
... “Lo concreto es que la historia reciente del proyecto Aña Cua nos muestra que este proyecto ha ido aumentando progresivamente de precio en cada intento de ‘entendimiento’ bilateral ... Se puede comprobar fácilmente cómo este proyecto pasó de un costo estimado en US$ 240 millones (1998) a US$ 400 millones con el preacuerdo 2006 y llegar ahora a los actuales US$ 600 o 700 millones según las últimas declaraciones”. apuntaba el especialista en su trabajo de referencia.
En otro material relacionado con el costo del proyecto en cuestión, en este caso del Centro de Docentes de la Facultad de Ingeniería de la UNA (CDI), que data de noviembre del año pasado, firmado por los ingenieros Francisco M. Arrom Irún (presidente) y Elizardo González Vera (secretario), un cotejo de los costos por cada kilowatt instalado del nuevo plan de la EBY con otros siete emprendimientos con perfiles parecidos permite concluir que el estimado de la nueva central del Aña Cua es sospechosamente elevado.
Según la CDI, Aña Cua costará alrededor US$ 2.500 por kW instalado (270.000 kW), incluso más que las tres unidades que programa la EBY adicionar a su actual parque de máquinas, US$ 2.150 por kW instalado; mucho más que el plan de maquinización de la presa Yguazú de la ANDE, US$ 1.500 por kW instalado; que el Hidrosongo de Colombia, US$ 1.707 por kW instalado; US$ 1.132 por kW instalado en el Belo Monte de Brasil; US$ 954 por kW instalado en Ituango de Colombia; US$ 1.607 por kW instalado en Coca Codo de Ecuador y US$ 1.455 por kW instalado en el Hidroaysen de Chile.
En la margen izquierda del Aña Cua (pleno territorio paraguayo) los actuales gobiernos de nuestro país y Argentina, a través de la EBY, construirán una nueva central hidroeléctrica, pese a que en el proyecto de Nota Reversal N° 2 del 28 de setiembre del año pasado pretendan divulgarlo como una sencilla operación de “ampliación del parque generador de Yacyretá”.
El propósito, obviamente, es eludir a los poderes Legislativos de ambos países, porque su construcción implica una modificación del Tratado en instancias indebidas y, por ende, de las leyes 433/73 y 20646 de nuestro país y Argentina que aprueban el Tratado de Yacyretá.
El proyecto, a pesar de los cuestionamientos, navega viento en popa. El 16 de abril la entidad binacional recibió las propuestas de ocho grupos empresarios internacionales para la construcción de la obra civil y el miércoles último las cotizaciones de otros tres para su equipamiento electromecánico.
Las ofertas, tanto de la obra civil como del equipamiento, aún no fueron publicadas.
“Un soborno a las élites...”
“La nueva central ... del ... Aña Cua no es legal, ni necesaria ni conveniente para la República del Paraguay, y la opinión pública la percibe como un soborno a las élites económicas y políticas paraguayas ..., siendo ofrecida para forzar la aceptación por parte del Paraguay de los hechos consumados de una colosal y espuria deuda no auditada ni comprobada”, se lee en el punto 4 del simposio de Ykua Satî de noviembre 2017.