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Desde hace más de una década, las provincias del norte argentino impulsan una propuesta de corredor bi- oceánico multimodal que integre a esta región argentina con el sur del Brasil, Paraguay, Bolivia y el norte de Chile. A esta iniciativa la IIRSA (Iniciativa de Integración Regional para Sud América) la denomina corredor de integración Capricornio.
Un informe de prensa proveniente de la Argentina, más precisamente de la región de la zona norte conocida como Norte Grande, la cual está integrada principalmente por provincias limítrofes con nuestro país, como Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Salta, además de Jujuy, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán y Entre Ríos, destaca que conjuntamente se propusieron analizar prioridades, tomando en cuenta no solo los ejes de integración entre los polos desarrollados del continente, sino además aquellas regiones históricamente marginadas por la recurrente macrocefalia latinoamericana.
En dicha reunión, en la que participaron además representantes de los países de la región, la delegación Argentina coordinada por su titular, la arquitecta Graciela Oporto, subsecretaria de Planeamiento de la Nación, se dio un rico debate respecto de las prioridades de estos corredores de integración.
Según la fuente, la postura no se realizó desde el reclamo, sino desde razones de peso en la que se plantearon fundamentalmente sustentabilidad para el desarrollo, la integración y el equilibrio ambiental del continente.
En el caso argentino, señalaron que la aplicación de gasto público nacional, por cada tres pesos per cápita que se vuelca históricamente en la Región Central, se coloca dos pesos en el sur y solo uno en el norte, lo que sería una razón de "peso" a discutir, pero claro, solo desde el reclamo de una justa reparación histórica.
Asimismo destacaron la política del Brasil de invertir más en las regiones atrasadas que en las desarrolladas, porque de otra manera el equilibrio territorial nunca será alcanzado, que es otro de los aspectos dignos de ser atendidos.
Pero en el caso de las provincias norteñas argentinas, nada de esto fue esgrimido como justificativo por los respectivos representantes. En textuales palabras de uno de ellos: "No venimos a hacer reclamos de gauchitos lacrimógenos, sino a esgrimir razones".
Disparidades
En dicha reunión se destacó que el esquema actual de IIRSA (Iniciativa de Integración Regional para Sud América) solo privilegia los corredores exportadores uniendo capacidades de los polos industriales desarrollados.
Este esquema parece repetirse, aunque ahora ampliado y en sentido geográfico inverso, el planteo de infraestructura radial que descompensó y malformó a nuestras economías en el pasado.
Si se busca que salgan cientos de miles de toneladas de alimentos hacia el Sudeste de Asia (que hoy compra el 60% del movimiento comercial mundial de este tipo de productos incluyendo India), sería recomendable que lo hicieran con valor agregado localmente.
De esta manera, resultaría más fácil compensar que desde allá sigan entrando herramientas, electrodomésticos e insumos generalmente de consumo popular.
Destacaron además que América del Sur tiene ya 350 millones de habitantes, un 40% de los mismos son pobres (140 millones, o sea el 10% de la población china por poner un ejemplo), y casi todos ellos consumen camisetas, vajilla o bicicletas asiáticas, por mencionar solo algunos de los productos que ingresan a la región (muchos de ellos de contrabando), dato que se debería tomar en cuenta a la hora de los balances.
Al respecto señalaron que si nuestros países buscan exportar hacia esa zona del planeta, deberían analizar una política de equilibrio que tienda a desarrollar intrínsecamente nuestro espacio en común, pero no se observa en el análisis previo de estos corredores el impacto que tendrán hacia adentro del territorio propio, vale decir en nuestra región.
En otras palabras, cuántas capacidades, industrias y conocimiento existentes en los "hinterlands" (palabra alemana para definir más elegantemente los hasta ayer "patios traseros"), pueden relacionarse a través de la multimodalidad, y generar así una política sustentable de desarrollo intrínseco con justicia social, real integración territorial y sustentabilidad en el tiempo.
Prioridades
También destaca la nota que especialmente para agregar valor al agrobusiness y por qué no suplir gran parte de un consumo popular hoy atendido por los asiáticos, son pautas que comenzaron a esbozarse en el planteamiento realizado por la Argentina en el reciente contacto con el gigante asiático que es China, señala el periodista.
Otro aspecto a tomar en cuenta es el impacto en el consumo interno que tiene exportar canasta de consumo básico, especialmente alimentos.
Afuera se vende en dólares, y resulta difícil entonces obligar a nadie a perder dinero.
En efecto, cada huracán exportador comenzó con mucho ingreso de divisas, pero terminó con procesos inflacionarios por desabastecimiento. ¿No es hora de buscar alternativas productivas para suplir exportaciones, además de importaciones, mediante una vuelta de campana que supere esos baches del pasado?
La defensa de nuestras industrias
Suplir importaciones de consumo popular, en defensa de nuestra industria pyme, debería estar ligado también a corredores de integración entre regiones que producen "para adentro" y constituyen una herramienta interesante para evitar repetir viejos errores, como cuando dejamos de producir ponchos porque los ingleses los traían más baratos.
Precisamente las decisiones de integración que llevan adelante Europa y de manera creciente los grandes países del Asia contemplan especialmente el desarrollo hacia adentro, e igualmente la infraestructura necesaria para impulsarlo, sin dejar de aplicar políticas adecuadas en su relacionamiento externo.
La inclusión de Polonia, Rumania o Irlanda no resulta casual, son los "hinterlands" de Europa (al igual que el Norte Grande Argentino aquí) que garantizarán producción, mercado interno y ampliación de las opciones exportadoras.
Tal vez esta categoría de pensamiento resulte beneficiosa si logramos aplicarla a las decisiones de obra pública transfronteriza. Periodista Tomás Plano, 19 de julio de 2010.