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FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Durante una larga asamblea con 35 organizaciones públicas, locales y nacionales, de la sociedad civil, el sector productivo, indígenas y las ONG, se eligió el consejo directivo del citado Comité, que quedó liderado por la Gobernación de Boquerón (titular) y Alto Paraguay (vice).
La Biósfera del Chaco es integrada por seis áreas protegidas (Parques Nacionales Defensores del Chaco, Río Negro, Cerro Cabrera - Timané, Médanos del Chaco, Teniente Agripino Enciso y el Monumento Natural Cerro Chovoreca), que suman 1.982.836 hectáreas y tienen protección estricta. Después hay un área de amortiguamiento de 894.298 hectáreas, con actividades productivas compatibles con la conservación y una zona de transición, de 2.035.816 hectáreas, donde se debería fomentar la utilización sostenible de recursos naturales.
La asamblea fue dirigida por Darío Mandelburger, de la Dirección de Áreas Silvestres Protegidas del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades). Según señaló el funcionario, desde el 2011 el Comité de la Biósfera estaba inactivo y se optó por reactivarlo, porque se debe estar al día con los conocimientos y con la gente que vive dentro de la Biósfera, para tomar las acciones correspondientes.
“Tomar decisiones significa consensuar y orientación, y un comité de gestión significa también involucramiento de los distintos sectores. Vemos como positiva la iniciativa de reactivar esto, para poder dialogar e interpretar las acciones que se deben tomar en el área”, dijo. Admitió que los recursos son escasos, pero se espera el apoyo de diferentes niveles, para generar fondos.
Al ser consultado sobre qué es lo que se logró con el Comité de Biósfera desde su creación en el 2005, solo mencionó que el Mades tiene una visión clara sobre la parte de conservación y productiva del área. Gladys Casaccia, de la ONG Gente, Ambiente, Territorio (GAT), quien desde el inicio estuvo acompañando este proyecto, respondió a esta misma pregunta sugestivamente, diciendo: “No hay que mirar el pasado, sino el futuro”.
La Reserva de la Biósfera del Chaco fue aprobada en 2005 por la Unesco en París, a propuesta de la entonces Secretaría del Ambiente (Seam), sin ninguna participación de los chaqueños. Esto después generó confusión y hasta enojo hacia la Seam, sobre todo del sector productivo, que por falta de información interpretó que en todo el territorio no se podía producir más.
Posteriormente, se nombró en dos ocasiones un Comité de Gestión que no tuvo protagonismo alguno.