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Dicho organismo decidió, por unanimidad, mantener inalterable la tasa de interés ante una desaceleración de la inflación. El equipo técnico del BCP había elevado dicha tasa en enero pasado, de 5,75% a 6%, debido a las presiones en el índice de precios. Ese mes la inflación fue del 2,6% por subas puntuales en frutas y hortalizas. Luego, en mayo pasado, la volvieron a bajar del 6% a 5,75%, y en julio aplicaron el tercer ajuste al bajar a 5,5%, debido a que la inflación empezó a desacelerarse.
El Ceoma señala que la trayectoria esperada de la inflación total y de las medidas subyacentes se mantienen acordes con la meta (4,5%). Hasta setiembre último, la inflación acumulada llegó al 2,5%.
En este contexto, el Comité consideró necesario mantener el actual perfil de política monetaria como la estrategia más adecuada. Por otra parte, advirtieron que seguirán con atención la evolución de las condiciones macroeconómicas internas y externas, y que utilizarán sus instrumentos con flexibilidad, a fin de asegurar la convergencia de la inflación proyectada a la meta del 4,5%.