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El profesional dijo que la matriz energética actual, conformada mayormente por derivados del petróleo (líquido y gas) y biomasa (leña) no se puede cambiar a través de una simple “política energética”, por ejemplo, tratando de forzar a la gente a comprar cocinas a inducción.
Añadió que una matriz energética es siempre el resultado del progreso o del atraso de la economía. Sobre el punto, dijo que en países más avanzados la gente utiliza energía eléctrica o gas natural, mientras que en uno atrasado usa leña o carbón vegetal. “Entonces, ninguna política, ni la que impulsó el gobierno de Horacio Cartes, ni la que impulsaría Mario Abdo Benítez, tiene sentido si no se propone una reforma profunda del sector energético, que implica la creación de un ente regulador, para comenzar, la desmonopolización y la posible privatización de la ANDE”, enfatizó.
Cristaldo advirtió que “es imposible” que se desarrolle la industria eléctrica y la economía en nuestro país si no existe un mercado energético y las libertades que requieren las inversiones en este sector. “ANDE no cuenta con los fondos, no tiene la capacidad de ejecutar los proyectos y hace más de una década que está retrasando el crecimiento de la economía de este país”, lamentó.
Consultado sobre la necesidad de, al menos, dos líneas más de 500 kV para traer la energía de Itaipú, antes del 2023, año en que fenece el Tratado, contestó: “No es tan sencillo. Cuando uno tiene que realizar una inversión, lo primero que cualquier inversionista mira es el sector eléctrico, que hoy día es como ‘la madre’ del desarrollo económico de un país. Entonces, en el sector eléctrico primero está la generación, en segundo lugar la distribución; en tercer lugar está la transmisión”.
Agregó que durante el gobierno anterior fue invitada una gran cantidad de inversionistas extranjeros que quería invertir precisamente en el sector eléctrico, pero no hubo forma, porque no existe el marco legal necesario. “En este país está ‘prohibido’ invertir y desarrollar este sector. Pero si no se abre al capital privado, será imposible su desarrollo y, por lo tanto, será imposible seguir desarrollando este país”, avisó el ingeniero Cristaldo.
Infraestructura
Cristaldo afirmó igualmente que Paraguay hoy, y no en el 2023, podría contratar toda la energía que le corresponde en Itaipú, pero que se tropieza con el gran obstáculo de que el Estado paraguayo carece de condiciones para seguir invirtiendo en infraestructura eléctrica.
En ese sentido, recordó que nuestro país no hubiera tenido su primera línea de 500 kV si no la hubiese recibido “de regalo”. “Es más, la ANDE ni siquiera pudo ejecutar la obra, sino la propia Itaipú. No obstante, la línea de 500 kV es apenas un pedacito de lo que el país necesita, aparte de un buen sistema de distribución, que actualmente se cae a pedazos”, manifestó.
En cuanto al anuncio realizado recientemente por la ANDE, de que el servicio mejoraría sustancialmente dentro de los 12 meses, Cristaldo se preguntó “¿mejora en qué sentido?” y continuó: “Es probable que puedan atender a una mayor demanda, pero eso no significa que el sistema eléctrico sea robusto, seguro y confiable, criterios que ya no existen en la ANDE desde hace 15 años, y no van a existir, porque no tiene condiciones para invertir”.
Desarmar las “mafias”
Al señalársele que aparentemente nadie está pensando en una reforma para el sector eléctrico, el profesional contestó: “No es que nadie está pensando en ella, sino que nadie quiere iniciarla, porque hay un costo político a pagar, derivado de desarmar tres grandes mafias: la política, la sindical ‘cancerígena’, y la de los proveedores de la ANDE”.
Al referírsele que todo esto podría ser un desafío muy complejo, el técnico advirtió que la voluntad política es indispensable si se quiere que el sector eléctrico y la economía nacionales se desarrollen, que en nuestro país “jamás sucedió”.