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El ministro de Hacienda señaló que el 2015 fue un “año de prueba” para el Paraguay, ya que a pesar de un escenario regional que se ha desacelerado, nuestro país pudo sostener una tasa de crecimiento del 3%, lo que demuestra que “hemos hecho algunas cosas bien”. Añadió que en los últimos dos años y medio de este gobierno, se ha podido consolidar esa fortaleza interna que tiene la economía paraguaya.
Según Peña, la estabilidad macroeconómica “no es suficiente” para crecer, pero el crecimiento económico del 2016 se va a construir sobre esa base. “Y es allí donde tenemos que llevar adelante una serie de reformas que le den mayor competitividad a nuestra economía, y parte de esa mejora vendrá a través del acceso a créditos en mejores condiciones para el sector privado. No podemos desconocer que en los últimos 10 años ha habido un avance muy importante, pero todavía ha sido insuficiente llegar a algunos sectores, principalmente en términos de tasa y plazos”, remarcó.
Agregó que el Ejecutivo nacional planteará otras dos reformas de gran impacto, como la movilización y focalización del ahorro interno de los fondos previsionales, que son de largo plazo, también hacia financiamientos de proyectos también de largo aliento. Dijo que hoy estos fondos, por carecer de un organismo supervisor y regulador, están depositados a corto plazo y principalmente para financiar el consumo.
Justamente, la semana pasada el Instituto de Previsión Social (IPS) acordó transferir, con garantía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), G. 88.000 millones (casi US$ 15,3 millones) de sus fondos estratégicos a los bancos Continental y Sudameris para créditos a pequeñas y medianas empresas.
Malas experiencias
Expresó que esta reforma no solamente va a beneficiar al sector privado con un acceso al crédito de largo plazo y a tasas convenientes, sino también le va a evitar cargar con los costos de los malos manejos, que hoy ya se está pagando.
“Hay dos claros ejemplos: uno es el caso de Cajubi, que ha tenido un costo real (desvío) de US$ 100 millones que se han mal invertido como consecuencia de la inexistencia de un órgano regulador”, enfatizó.
Añadió que la otra “mala experiencia”, que ya se está pagando todos los años, se relaciona a las transferencias hechas a la Caja de Jubilados Bancarios, que este año costará G. 25.000 millones al sector público, con impuestos del sector privado. “Estas son las cosas que queremos y necesitamos evitar, porque estos recursos bien podrían ser destinados a salud, educación, seguridad, etc.”.
Logros en la educación
Por su parte, la ministra de Educación, Marta Lafuente, presentó a los miembros de Cerneco algunos logros en materia de inversión de calidad en proyectos aprobados por el “Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación”.
Por ejemplo, destacó el mejoramiento de las condiciones de aprendizaje, mediante la incorporación del TIC en establecimientos y unidades de gestión educativas del Paraguay. Esto requirió una inversión superior a los G. 658.000 millones.
Otro proyecto se refiere a la ampliación y reposición de 822 establecimientos educativos del MEC en Asunción y 17 departamentos geográficos del Paraguay, lo cual requirió una inversión superior a G. 193.000 millones. Además, expansión de la atención educativa oportuna para el desarrollo integral de niñas y niños desde la gestación hasta los cinco años, a nivel nacional, con una inversión mayor a G. 166.000 millones.
Reforma del BNF
El ministro Santiago Peña adelantó que el Gobierno también impulsará el año que viene una reforma en el Banco Nacional de Fomento (BNF), porque la carta orgánica del citado banco estatal tiene más de 60 años y está totalmente rezagada en el tiempo, y aun cuando es un banco fuerte, no está cumpliendo su rol de banca de desarrollo para el financiamiento de largo plazo, a tasas convenientes de los sectores productivos. “Hay un proyecto que ya ha sido presentado a la Cámara de Senadores, está para estudio, y queremos que sea aprobado a comienzos del próximo año”, dijo.