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Holst, exmiembro del directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), coincide con el exministro de Hacienda César Barreto respecto a que la reforma del sistema previsional es una de las prioridades dentro de una reforma estructural que debe llevarse a cabo en el país para mejorar el desempeño de la economía.
Ambos economistas participaron el último viernes del Seminario Internacional sobre Crecimiento y Productividad organizado por el Banco Mundial y el Ministerio de Hacienda, ocasión en que se insistió en la necesidad de encarar una reforma estructural, que incluya la modificación del sistema previsional, del sistema educativo, del régimen laboral, entre otros.
Barreto consideró que se debe crear un ente regulador del sistema previsional, una cartera de inversiones, separar pensiones y salud, consolidar un único sistema obligatorio y otras complementarias. Para Holst, seguimos con un sistema disperso, no regulado, no supervisado, caro, con muchas cajas pequeñas sin formas eficientes de invertir y tomar decisiones.
El exmiembro del BCP expresó que de acuerdo a los estudios realizados por organismos internacionales, si no se hace la reforma en un corto plazo, el fisco y otras previsionales empezarán a tener problemas de flujo de caja y, posteriormente, el pasivo de largo plazo que van a tener será enorme que podría generar la “próxima gran crisis” en el país.
Los cálculos actuariales indican, dijo Holst, que en 10 o 20 años el costo de la reforma puede representar el equivalente a la mitad del producto interno bruto (PIB 2017= US$ 29.734 millones y, según este dato, la mitad representa US$ 14.867 millones). “Es el nivel de la crisis que se tendría si seguimos postergando la reforma”, insistió.
Puntualizó que con la reforma se debe incrementar el ahorro nacional para disponer de fondos a largo plazo y poder realizar las inversiones que se necesiten, como hicieron otros países. Sin embargo, dejó en claro que no se debe olvidar que el más importante dentro de esta reforma es el jubilado, que tengan bien en claro que habrá supervisores y reguladores de sus ahorros jubilatorios que hoy no existen y que el sistema de inversión de esos ahorros están bien controlados.
A su criterio, lo recomendable es empezar con la creación de un ente supervisor, como se plantea en el proyecto del Ejecutivo que puso a consideración del Congreso el año pasado y que crea la Superintendencia de Pensiones. Luego, agregó, como segundo paso, emprender una reforma más amplia, porque una pensión no es sustentable si no guarda relación con lo que se aporta.
Empresarios y sindicatos
El proyecto de ley del Ejecutivo que crea una superintendencia de pensiones está en el Congreso, pero con oposición del sector empresarial, sindical y de jubilados. Estos sectores proponen un proyecto alternativo a modo de que se apruebe una ley consensuada. La oposición tiene que ver con la futura superintendencia y sus atribuciones, así como en que el sector privado quieren avanzar hacia un proceso de cambio en todo el sistema, para que sea único.