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Según unos informes a los que tuvo acceso nuestro diario y que en parte fueron luego confirmados por directivos del Incoop, la Cooperativa ha pagado, por ejemplo, entre los años 2014 y 2017 y solamente a la empresa Sistenet SA, una suma total de G. 30.467 millones (unos US$ 5,4 millones al cambio actual) en concepto de construcciones, equipos electrónicos, reparación de impresoras, desarrollo de proyectos de comunicación y otros.
Los datos indican que la cooperativa “no ha remitido en forma completa las documentaciones (...) que respaldan dichos egresos”, y agrega que tampoco hay uniformidad en la forma de facturación y para peor, algunas facturas no reúnen todos los requisitos formales.
La falta de respaldo suficiente de documentos también se presenta en las facturaciones a otras firmas como Olam SRL (tecnología e informática), por un global de G. 4.552 millones (casi US$ 813.000); Login SA, por G. 3.853 millones (US$ 688.000). En el informe de los fiscalizadores se resalta que según los análisis “Olam SRL y Login SA son firmas vinculadas”.
Otras facturaciones en duda son las de Teisa (Tecnología en Electromecánica SA), por un total de G. 1.332 millones (US$ 238.000), y las de “3A Hermanos”, por G. 2.019 millones.
Preguntado al respecto, uno de los miembros del directorio del Incoop, Nilton Maidana, dijo que no podía precisar las cifras, pero confirmó que efectivamente analizaron las facturaciones de gran porte antes de decidir la fiscalización y que ahora van a verificar también los gastos de mediano y pequeño porte, desde dentro. De todas formas, insistió en que el principal motivo es que la directiva superó el límite de gastos establecido, que es del 80% respecto a los ingresos. “Ya venía ocurriendo en años anteriores y se les pidió corregir, pero a mitad de este año ya estaban en 95% y eso ya era riesgoso. Ahora eso se cortó”, sostuvo.