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Conversamos con distribuidores de Ciudad del Este, Asunción, Paraguarí y, en todos los casos, coincidieron en cuestionar el mecanismo de despacho de cemento de la actual administración de la estatal, presidida por Jorge Méndez Cuevas.
El presidente de la Asociación de Distribuidores de Alto Paraná (ADAP), Marcial Espínola, explicó que para retirar diariamente dos cargas de 540 bolsas de cemento cada una, el “depositero” debe mantener una compra semanal de 24 a 25 cargas. O sea, se debe dejar entre G. 300 y G. 400 millones por semana en la INC, que es “dinero parado”.
En el caso de los distribuidores más pequeños, para retirar una carga por semana de G. 22.950.000, deben comprar por el doble de esa suma, G. 45.900.000.
Con este sistema, muchos nuevos distribuidores, que entraron con la administración actual, tienen prioridades, porque tienen suficiente capital para pagar millones de guaraníes por adelantado, en detrimento de los antiguos clientes de la cementera.
Anteriormente, el cliente compraba en el día lo que retiraría en la misma jornada. Pero hoy se usa el sistema de compras por anticipado, que en principio era una ayuda que la INC pedía a los distribuidores.
Ahora, según la queja, este sistema promueve la competencia desleal en el mercado y hasta la tergiversación de los precios, ya que muchos “depositeros”, que no tienen suficiente dinero como para pagar por adelantado, deben adquirir las cargas de revendedores.
Distribuidores de la capital y de otras ciudades del interior del país, que no están asociados a ningún gremio, coincidieron que “es imposible trabajar con la administración actual de INC”, porque según dijeron “juegan con el dinero ajeno”.
Criticaron a las autoridades actuales porque no ven el problema social que están generando, ya que muchos distribuidores que ya no pueden acceder a cargas de cemento comenzarán a despedir personal.
400.000 bolsas pendientes de entrega
El presidente de INC reconoció que la estatal tiene 400.000 bolsas de cemento pendientes de entrega debido al sistema de compras por anticipado, aunque indicó que al llegar su administración, la cantidad era el doble, y lograron reducirla.
“El que quiere comprar debe entrar en lista de espera, porque nuestra capacidad de entrega es menor al consumo”, argumentó.
Méndez admitió que para poder retirar 10 cargas por semana, el distribuidor debe pagar por 25, que es más del doble. A su criterio, “es imposible usar otro sistema (de despacho) que sea más justo”.
Explicó que a los distribuidores más pequeños ofrecen como alternativa cemento traído en barcazas desde la pequeña planta que tiene la INC en Vallemí. Pero los “depositeros” no quieren este producto, en su opinión, “por una cuestión cultural” y hasta “por capricho”, porque “el producto es el mismo”.