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El dirigente naviero manifestó que le parece “muy auspicioso” que Petropar tenga un nuevo presidente que venga “con ganas” de revisar lo actuado en las anteriores administraciones, incluida la de Fleming Duarte. “Lo que sí recomendamos es que se revisen todos los componentes del costo del gasoíl que importa Petropar”, expresó.
Añadió que nuevamente se discute el impacto que tiene en el precio final del gasoíl el flete fluvial, que significa apenas entre un 5% y un 6% del costo total. “Asumamos que logre mejorar las condiciones operativas como para obtener un 20% de reducción en los costos de transporte (no digo que eso sea posible); eso significaría apenas una reducción de un 1% en el costo del gasoíl”, manifestó el empresario naviero.
El jueves último (en su primera conferencia de prensa) el presidente de Petropar, Ing. Rómulo Campos Krauer, consultado si sabe realmente cuál es el costo del flete que pagan las importadores privadas, contestó: “Y una podría estar pagando US$ 58, otra podría estar pagando US$ 60, otra US$ 56. Sin embargo, nosotros estamos pagando 67”.
Al respecto, Ehreke recomienda al funcionario, por ejemplo, que solicite a la Dirección Nacional de Aduanas los despachos de importación de empresas distribuidoras serias y en ellos podrá determinar las tarifas de flete que estas compañías declaran.
“Se va a llevar una sorpresa, y, de paso, podrá ver por qué algunos importadores parecen ser más competitivos en costos”, enfatizó.
Dijo que el Ing. Campos va a tener una tarea muy difícil en el cargo que ha asumido, ya que tendrá que “mejorar muchísimo” la eficiencia en la gestión de Petropar, lo que significará “tomar al toro por las astas”.
Añadió el empresario que si logra identificar los puntos sensibles y que verdaderamente impactan en sus costos y los pudiera atacar con la fuerza que el difícil cargo requiere, el sector está seguro de que la institución se volverá rentable para el Gobierno.
No obstante, Ehreke alerta que “sería triste” ver que el nuevo administrador del cuestionado ente petrolero estatal se afane en obtener reducciones de costos donde realmente no existe margen y deje pasar la oportunidad de encarar acciones que, a pesar de tener condimentos políticos difíciles de manejar, producirían un efecto muy fuerte sobre los costos del gasoíl, porque estaría atacando los verdaderos sobrecostos que enfrenta la institución.
Serio riesgo
Por otra parte, el dirigente empresarial naviero manifestó que aplaude la decisión de instalar más estaciones de servicio (propias y franquiciadas), ya que con ello podría tener dos “beneficios importantes”: Recibirá el mismo precio que reciben los demás importadores y obtendrá así un margen adicional nada despreciable. Además, podría redireccionar buena parte de su plantilla supernumeraria de personal a trabajar en esas estaciones de servicio donde realmente justificarán sus salarios. “Nuevamente aquí será fundamental una gestión muy eficiente de su parte para evitar que se vuelvan nuevos elefantes blancos”.
Análisis de cinco parámetros
El dirigente naviero recomienda al nuevo titular de Petropar, Ing. Rómulo Campos Krauer, que analice los siguientes parámetros básicos de la coyuntura en que la tarifa se fijó en US$/m3 46,50 en el año 2010 y aumentó a US$ 66 en el año 2012. Además, cuál era el precio de venta del ente del gasoíl, cuál era la cotización internacional del petróleo, el salario mínimo en Paraguay, la cotización del dólar y cuál era la tarifa que realmente estaba pagando por el flete a causa del impacto de los cuatro elementos anteriores. Dijo que con esos elementos va a tener datos suficientes para ver si las tarifas de flete acompañaron los cuatro elementos de costo o fueron sobrefacturados.