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El “Balance de Energía Eléctrica año 2017”, producido por la Gerencia Comercial de la ANDE, indica que el año pasado la energía neta entregada al mercado nacional fue de 15.574.996.000 kWh, mientras que la efectivamente facturada ascendió a 11.237.933.000 kWh.
Lo anterior da una diferencia de 4.337.063.000 kWh, y si se multiplica directamente por una tarifa promedio de Baja Tensión de G. 400 (como referencia), vigente para uso doméstico o viviendas, da un resultado de energía no facturada equivalente a US$ 294.038.169.
Siempre de acuerdo con el citado “balance”, el ente eléctrico nacional no facturó por pérdidas en transmisión por 897.351.000 kWh, por consumo propio en transmisión 6.620.000 kWh, en distribución por 3.100.354.000 kWh, y por alumbrado público por 332.738.000 kWh.
Por otra parte, en el año 2017, la ANDE también registró pérdidas en la facturación de energía exportada, donde la energía neta entregada al mercado externo fue de 73.025.000 kWh, de los cuales fueron perdidos 2.532.000 kWh.
La explicación
Consultado al respecto, el presidente del ente público, Ing. Pedro Ferreira, explicó que “no se puede valorar la energía perdida en transmisión a 400 guaraníes por kWh, y que tampoco se puede valorar como pérdida el alumbrado público, pues este se factura y se cobra de otra forma”.
Añadió que “le parece mejor” valorar al precio medio de las ventas. “Si las ventas están en alrededor de los US$ 700 millones, con el 25% de pérdidas da como resultado US$ 175 millones, dentro del cual hay pérdidas técnicas y por hurto”, afirmó Ferreira.
De todas maneras, se trata de un monto enorme que podría servir a la ANDE para realizar algunas inversiones cada año; sin embargo, tiene que estar recurriendo a empréstitos que finalmente representan obligaciones financieras para el país.
Por otra parte, el ingeniero Ferreira explicó que el servicio eléctrico se factura bajo varios conceptos: energía registrada por el medidor, energía mínima, alumbrado público, etc. “Por ejemplo, el alumbrado público se factura como servicio de alumbrado, no como energía facturada, y el hecho de que no exista medidor por cada alumbrado no implica que sea energía robada”, subrayó.
En declaraciones anteriores, el funcionario manifestó que la pérdida total registrada por el ente anualmente oscila entre US$ 12 millones y US$ 14 millones, de los cuales entre US$ 6 y 7 millones serían directamente por hurto de energía eléctrica.