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Cubilla alertó que se trata de un problema realmente muy serio, sobre todo en Alto Paraná y Canindeyú, donde parcelas de soja de entre 200 y 300 hectáreas cada una quedaron totalmente enmalezadas con la hierba conocida en nuestro país como mbu’y y en el Brasil, como buba, y que en el ámbito científico se clasifica como Conyza sp.
“El problema no es solamente del productor afectado por la pérdida total de las parcelas observadas, sino que amenaza con infestar a toda la zona por el despliegue de semillas de dicha maleza resistente, que se está produciendo a través del viento”, advirtió.
El experto comentó que para la solución se debe empezar con capacitación a los productores porque, al parecer, en algunos casos no se trataría solo de resistencia a un herbicida por parte de la maleza referida, sino por desidia del productor.
“Dejar enmalezar totalmente un sojal es un error fatal del productor, que posiblemente no hizo el control en el momento oportuno; porque la solución está, hay oferta de productos en el mercado, aunque tiene su costo”, expresó.
Sin embargo, cada caso de enmalezamiento tendrá sus causas propias, en algunos casos las lluvias no habrían permitido entrar a realizar las aplicaciones.
Controversia
En otro orden de cosas, ante una reciente publicación periodística que generó controversia, el ingeniero Cubilla aclaró que él no realizó ninguna estimación de ganancias que dejaría este año la soja, y que el pronóstico que se difundió de 3.000 kilogramos por hectárea para la media de la cosecha de este año, hasta ahora es solo expresión de deseo, porque podría ser inferior.