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El exdirector de ProParaguay y exvicecanciller durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos explicó que hoy día el país caribeño se encuentra desabastecido de productos alimenticios como leche, pollo, carne vacuna, de cerdo, granos en general; maíz de primera y de segunda, soja, arroz, azúcar, harina, etc., de los que tienen una gran necesidad. No obstante, Morínigo advirtió que, en algún momento dado, el nuevo Gobierno, sin negociar la dignidad del país en el bloque subregional, va a tener que analizar qué hacer ante estas oportunidades, hoy día aprovechadas por los demás miembros del Mercosur, menos por Paraguay.
Comentó que Venezuela importa al año en alimentos de toda la región por US$ 30.000 millones, y más de US$ 7.000 millones en medicamentos. “Venezuela tiene un sistema en el que actualmente les sale más barato importar que producir, debido a los grandes excedentes por la venta de petróleo y derivados”, expresó.
Preguntado por qué Paraguay no ha podido acceder a ese mercado, cuyo intento viene ya del gobierno de Duarte Frutos, contestó: “Hay varias cuestiones. Una es la falta de gestión. Todos sabemos que para que ellos importen tienen que tener la autorización de la Cámara de Divisas, puesto que hay un dólar preferencial establecido por el Gobierno para las importaciones. Amén de lo que suceda políticamente, que alguna vez tendrá que resolverse, nosotros deberíamos comenzar a exportar a Venezuela, y la razón de nuestro viaje fue para auscultar el mercado de consumo e iniciar un proceso de exportación a ese país, porque tenemos las condiciones, una gran cantidad de productos, y esto podría propiciar una producción primaria e industrial mucho mayor”.
Deuda con PDVSA
En otro momento, Morínigo comentó que otro “polo de negocio” muy importante guarda relación con una decisión muy importante que debe tomarse a nivel gubernamental, que es la de poder pagar la deuda que Petropar tiene con Petróleos de Venezuela (PDVSA), que hoy supera los US$ 300 millones, creando un fideicomiso, a los efectos de que la misma sea pagada con la exportación de productos alimenticios.
“El inicio de esta transacción debería estar condicionada por el congelamiento de los intereses que está generando esta gran deuda, que en algún momento Paraguay tendrá que cancelar. En segundo término, al comenzar a pagar nuestra deuda, con fondos rotativos que obviamente van a ser administrados por un fideicomiso, estaríamos habilitados a importar de vuelta combustibles de PDVSA”, afirmó.