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En conversación con ABC Cardinal, Zelaya relató que al percatarse del envío ilegal de cargamentos, denunció el hecho de forma interna. Fue ahí que empezaron a hostigarlo. “Vino un abogado y dijo que ya no iba a pertenecer a Avianca, que el caso era con causa y debía renunciar. El documento decía que yo renunciaba voluntariamente”, contó.
“Yo nunca recibí una amonestación en Avianca. Me parece muy injusto esto”, lamentó. Reafirmó que, tras formular la denuncia, sufrió una persecución. “Mi supervisor me dijo frente a todos que me iba a despedir. Yo vivía aterrorizado”, expuso.
Sobre lo sucedido, comentó que escuchó comentarios acerca de una maleta ingresada de forma irregular a uno de los vuelos, por lo que se puso a indagar en las cámaras de seguridad. “Gracias a Dios, no fue una bomba lo que se ingresó en el avión”, dijo. Sostuvo que los de Avianca son serios, pero “la gente que está encubriendo esto está aquí en Asunción”.
Desde la firma Avianca, deslindaron responsabilidades con respecto al envío irregular de cargas. “Los procedimientos de seguridad aeroportuaria tanto en los perímetros como en las instalaciones de los aeropuertos son responsabilidad de sus administradores”, señala un comunicado remitido ayer a nuestro diario por la vocera de la firma, María Verónica Espíndola.
“Como aerolínea nuestros procesos de seguridad están relacionados principalmente con la protección de las aeronaves y con la custodia de los equipajes registrados por el pasajero”, agrega el comunicado. La firma también negó la denuncia realizada por Zelaya. “Cabe mencionar que su separación laboral se debió a un manejo inadecuado del uso de los beneficios de la aerolínea”, finaliza el reporte.