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3 DE FEBRERO (Víctor Daniel Barrera Burgos, de nuestra redacción regional). Ante la competencia desleal, muchos productores se encuentran en crisis, atendiendo a que vencen los plazos de sus créditos y su producción de tomate está en riesgo de pudrirse por la falta de venta. Este distrito produce un promedio de 70.000 kilos de tomates por día, sin embargo, se comercializa solo unos 45.000 kilos diarios, quedando 25.000 kilos sin poder ser vendidos.
Otro de los serios problemas que tienen los agricultores es el bajo precio del producto. Para poder pagar los gastos crediticios en los bancos y financieras, los productos de primera calidad deben ser vendidos a G. 4.500 el kilo, sin embargo solo perciben G. 3.500.
La economía de este distrito se basa netamente en la producción tomatera y el contrabando siempre fue problema para su desarrollo socioeconómico. Cada familia cuenta con 5 invernaderos para tomates y su puesta en funcionamiento requiere de G. 8 millones a 10 millones. Para ello, suelen hacer préstamos que rondan los G. 50.000.000 y que deben ser pagados a bancos y financieras al terminar la cosecha. Además, hay gastos de producción como abonos, remedios y personal contratado para el mantenimiento y cuidado de las plantas.
El productor Raúl Pintos dijo que la situación de las familias productoras es complicada porque muchas están desesperadas por la pérdida de plantas y productos en descomposición. Indicó que suelen recibir asistencia por parte del MAG y que gracias a eso logran buena producción, pero por falta de control en las fronteras no pueden comercializar la hortaliza de alta calidad.
En tanto, el secretario de Agricultura de la Municipalidad del distrito, Francisco Meza, expresó que diariamente piden endurecer los controles en Aduanas, pero todo termina en promesas.