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Para la importación de materia prima que también produce la industria nacional, se tiene establecido un arancel de 17%, según estipula la ley 60/90 de incentivo a la inversión local. Pero, el problema es la ausencia de una definición oficial de qué es materia prima, según explicó a este diario el Ing. Carlos Oses, presidente del CIME, gremio que ayer celebró en el patio industrial de la Expo la noche de los metalúrgicos.
“El problema se da a nivel general y no sólo metalúrgico. Pasa por definir qué es materia prima; porque para una industria puede ser materia prima lo que para otra es el producto final. Por ejemplo en la industria textil, el hilo es la materia prima para los que producen tela, la tela es materia prima para quien hace camisas”, dijo.
Pero además de lo mencionado, agregó que cuando se trata de reducir costos y de evitar el pago de impuestos, la gente recurre a maniobras para cambiar las denominaciones del producto que necesita ingresar. “Uno de los requisitos para que entre como materia prima es que no haya producción nacional de ese tipo de mercaderías. Ahí se entra en una confusión, inclusive los despachantes llegan a cambiar las partidas arancelarias para decir ‘hay tal producto, pero no del color rosa que yo quiero’. Le buscan los detalles como para que no se encuentre esa partida arancelaria de fabricación en el país y meten con arancel cero”, detalló.
Es que hay gran incentivo para traer un producto de extrazona, principalmente de China, por la amplia diferencia de precios en comparación a los artículos nacionales. De acuerdo a lo indicado, cuando se busca ingresar productos sin pagar tributos, “se trata de un contrabando disfrazado, porque traen y no con impuesto de importación, a pesar de que el producto se produce en el país”.
En el rubro metalúrgico nacional no se producen chapas, perfiles, ángulos, por lo que con esos materiales no se tiene el problema del “contrabando disfrazado”, acotó Oses, pero sí con las estructuras terminadas que se hacen en el país y aún así tratan de traer con arancel cero. “Es ahí donde se pelea y se trata de concienciar a la gente para que use productos de Paraguay. Algunos nos tratan hasta de proteccionistas y de que así no vamos a llegar a ser competitivos, pero es una cuestión de políticas de Estado definir qué es lo que se puede y qué no se puede traer de afuera (con arancel cero)”, añadió.
No obstante, apuntó que si bien la concienciación es importante, lo es aún más que el gobierno empiece a accionar para hacer cumplir la ley vigente y fortalecer la industria nacional. Según los datos del rubro, en el país hay más de 1.800 industrias metalúrgicas que en su mayoría son pymes y mipymes, aunque también un centenar es de gran tamaño (más de 100 empleados cada una).