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De acuerdo a lo que mencionó Jorge Vergara, de la Dirección de Proyectos Estratégicos (DIPE), este compromiso garantiza que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el consorcio Rutas del Este concreten la financiación (con los US$ 500 millones que se necesitan para la obra).
“La adenda se firmó ayer. Se trata del cronograma de liberación de franja con el cual el MOPC se compromete a liberar la franja de dominio, la bancabilidad del proyecto, es decir, que en base a este cronograma, la constructora tiene la seguridad para financiar el proyecto, y además, la mejora del proyecto a nivel de mayor seguridad, obras de drenaje, mejora de curva, velocidad directriz, etc”, explicó Vergara ante nuestra consulta.
“La constructora va a presentar al BID este acuerdo en los que se señalan los puntos que cumplen con los requisitos que pide el BID”, agregó. Según los datos brindados, la liberación de los 150 km se va a ir dando por tramos. Los tramos 3, 4 y 5, de San José a Caaguazú, se van a liberar en abril y luego lo demás se concretaría en febrero de 2020.
“El consorcio presenta ahora esta adenda y el 15 de diciembre se estaría aprobando la financiación”, indicó el funcionario.
El plazo para que Rutas del Este consiga la financiación venció en abril pasado, pero el MOPC le otorgó varias prórrogas, a pesar de que esta falta sea razón de rescisión de contrato. Uno de los argumentos que da la cartera es la relevancia de la obra. “Sacar la primera APP es muy importante, debido a que esta ruta es muy estratégica y necesaria”, sostuvo Vergara.
El consorcio Rutas del Este estaba integrado por la cuestionada firma española Sacyr, Mota Engil (encargada del ahora suspendido metrobús) y Ocho A. Recientemente, se confirmó que Mota abandonó el proyecto y cedió sus acciones (20%) a Ocho A. Así, Sacyr tiene el 60% y Ocho A (Paraguay) se queda con 40%.