Desarrollan salsas picantes con toque de caña paraguaya

Un grupo de amigos ancló una fábrica en la ciudad de Emboscada, donde procesan una novedosa gama de salsas picantes, aderezos y mermeladas, en las cuales emplean ingredientes atípicos, como el mburucuyá, guayaba, cedrón kapi’i, así como la caña y miel de caña paraguaya.

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El ingenio, la creatividad y persistencia fueron claves para dar impulso a este emprendimiento, que tiene un poco más de un año en el mercado y busca llegar a todo el país. Se trata de “Artisan”, una línea de salsas, aderezos y mermeladas con toque de caña paraguaya y que corresponde a una iniciativa de Fresh Group SA.

A cuatro kilómetros de la Ruta 3 “Gral. Elizardo Aquino”, específicamente en la 2ª Compañía de Emboscada, funcionan las instalaciones de la fábrica de 800 m2 construidos, donde elaboran las salsas picantes “Copetín”, compuestas por ají picante, caña y miel de caña paraguaya. En esta opción registran una producción superior a 18.000 petacas (botellitas) por mes. 

Otra variedad es la salsa de ají con guayaba ahumada, como también el picante de mburucuyá con cedrón kapi’i. Las dos últimas también llevan caña nacional. Otro de los picantes está compuesto por ají y ky’ÿi he’ê (sweet chilli sauce, o chile dulce).

Más variedades 

La puesta en marcha del proyecto demandó una inversión superior a G. 3.000 millones, y en la actualidad ya emplea a más de 30 personas, comenta el chef André Magon, quien junto con sus amigos Javier Canillas Vallejo, Sebastián Saavedra, Javier Canillas Angulo, Siro Soares, Juan Pablo Zaputovich, Juan Manuel Acosta y Javier Carissimo, se animaron a lanzar esta innovadora propuesta alimentaria.

“En el 2016, con mis amigos, amantes de la gastronomía, tuvimos la idea de procesar salsas picantes utilizando insumos y frutas nacionales. Cuando probamos las recetas y agregamos la caña, nos dimos cuenta del sabor interesante que tenían”, explicó Magon. 

Detalló que se encuentran desarrollando otras líneas con valor agregado para sumar al portafolio, tales como mermeladas de ají andino, ají jalapeño, aderezos para pescados y aves, chimichurri y otros. De este modo, prevén producir más de 70.000 unidades de productos, en sus distintas presentaciones, para mediados del año. 

Según Magon, el emprendimiento tuvo un impacto positivo en la zona por toda la capacitación y la generación de empleos que implicó. Entre tanto, el producto tuvo una gran aceptación en el mercado por lo novedoso que resulta.

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